La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha denunciado una nueva agresión a agentes de la Benemérita al detectarse un caso en Monturque (Córdoba), donde el pasado día 3 de abril una patrulla de seguridad ciudadana del Puesto de la Guardia Civil de dicha población fue requerida por varios vecinos porque un vehículo se encontraba circulando por las calles del pueblo a gran velocidad y con gran riesgo de atropello para los viandantes.

Según informa la AUGC en un comunicado, cuando consiguieron localizar a dicho vehículo en una calle le pidieron que se detuviera y lo hizo con "un frenazo brusco y con alto riesgo de atropellar a uno de los guardias civiles", que lo evitó al esquivarlo a tiempo.

El conductor, añade, un ciudadano rumano residente en Monturque, presentaba claros síntomas de embriaguez y en el interior del turismo se hallaban numerosos envases de cerveza de un litro.

Mientras que los agentes procedían a la identificación y detención de dicha persona por un presunto delito contra la seguridad del tráfico, sus familiares se acercaron "con la intención de distraerles, empujándoles y golpeándoles, lo cual aprovechó el conductor para intentar marcharse del lugar, si bien no lo consiguió, pero se quitó la camisa y en tono provocador les dijo 'Si sois capaces acercaros a mí".

La AUGC ha añadido que cuando uno de los guardias civiles intentaba inmovilizarle mediante los grilletes de seguridad uno de los familiares le sujetó por detrás "mientras que el conductor le propinaba un fuerte golpe y lo tiraba al suelo, donde se golpeó la cabeza y quedó aturdido durante unos instantes". Al intentar auxiliar el otro agente a su compañero le fue arrebatada la defensa policial por los familiares, agrega.

Finalmente los guardias pudieron reducir al referido individuo, a pesar de su continua y fuerte resistencia, y de los golpes que les propinaba uno de los familiares. Una vez inmovilizado lo trasladaron a las dependencias policiales, donde también se personó una patrulla del Destacamento de Tráfico de Lucena al objeto de realizarle la correspondiente prueba de alcoholemia, a lo cual se negó el imputado, "en actitud agresiva y profiriendo continuas amenazas de muerte contra todos los guardias civiles allí presentes, e incluso le dio una patada a un mueble rompiéndole la puerta".

La AUGC ha facilitado a los guardias civiles agredidos asesoramiento legal y asistencia letrada al objeto de poder personarse en el proceso para defender sus intereses debidamente, así como ha dado instrucciones a sus servicios jurídicos para que se pida al juzgado competente la aplicación del máximo rigor penal posible a los agresores.

La asociación aprecia en los últimos meses que la situación "se ha recrudecido, con un incesante y preocupante incremento de los casos producidos", por lo que ha urgido a los partidos a que lleguen a un acuerdo para introducir modificaciones en el Código Penal tendentes al endurecimiento de las penas para quienes llevan a cabo este tipo de acciones.