El presidente de la Coordinadora de Asociaciones de Discapacitados Oscense, Francisco Ratia, sostiene que aunque en los últimos años se ha avanzando en mejorar la movilidad y facilitar el tránsito a las personas discapacitadas, Huesca no es una ciudad accesible.

En este sentido, Ratia ha insistido en que quedan pendientes temas como la adaptación del transporte público y la eliminación de barreras arquitectónicas en algunos puntos de la ciudad como el casco viejo o algunos edificios públicos.

Ratia ha valorado positivamente algunas de las actuaciones llevadas a cabo para mejorar la movilidad, pero ha incidido en que "se puede y se debe hacer más para facilitar que las personas en silla de ruedas puedan acceder sin problemas a calles, monumentos, edificios públicos y centros de salud".

Por eso ha resaltado la "necesidad" de que el Ayuntamiento ponga en marcha el nuevo servicio de transporte público, que pondrá en las calles autobuses adaptados a los discapacitados.

En el apartado del transporte, Ratia además ha trasladado que también queda pendiente poner en servicio los dos taxis adaptados que, por volumen de población, deben tener presencia en Huesca.

Ratia ha explicado que existen puntos negros para la movilidad en la ciudad en varios edificios públicos, competencia de distintas administraciones y en las calles del casco histórico.

Para evitar problemas de futuro ha insistido en la necesidad de que las aceras se rebajen y se eliminen las barreras arquitectónicas en todas las zonas de nueva construcción y que "en lugar de actuar a salto de mata", se plantee la movilidad de forma global y con planificación, puesto que "hay zonas en que la eliminación de barreras se ha hecho de manera correcta y otras donde se ha hecho mal".

Ratia ha apuntado que "nos encontramos con puntos en zonas nuevas como por ejemplo el Polígono 24 que están bien desde el punto de vista de la accesibilidad, pero otros no y nos encontramos con el Casco, donde la accesibilidad a nivel general es una cuestión más complicada".