Miles de opositores se congregaron nuevamente ayer en una céntrica plaza de Minsk, después de la multitudinaria protesta del domingo y desafiando las duras condiciones meteorológicas, para protestar por lo que consideran es un fraude electoral del presidente, Alexander Lukashenko.

Fue durante el desarrollo de esa protesta, cuando los cuatro miembros del equipo de campaña del Partido Civil Unificado, el partido del principal candidato opositor, Alexander Milinkevich, fueron detenidos por la policía.

Al parecer,  y según el portavoz de Milinkevich, los detenidos, Alexander Dobrovolsky, Alexei Yanukiyevich, Valentina Pavelikova y el propio Anatoly Lebedko, volvían de comprar comida para unirse nuevamente a la protesta cuando fueron detenidos.

El propio Milinkevich, que también estuvo presente en la protesta, aseguró que ésta “será fuerte y duradera”.

“Nunca reconoceremos los resultados de estas elecciones. No es una elección sino un toma anticonstitucional de poder”.

Sin embargo, parece difícil, como indica el corresponsal de la BBC, que los manifestantes consigan que se repitan las elecciones.

Lukashenko se impuso con un 82.6% de los votos, mientras que el principal opositor, Alexander Milinkevich, se quedó en un mero 6%, según los resultados oficiales.

La victoria sería la tercera consecutiva de Lukashenko desde que llegó al poder en 1994.

Europa y EEUU, en contra

Europa, que puede imponer sanciones al régimen de Lukashenko, y Estados Unidos, que también ha rechazado los resultados, han coincido en señalar la irregularidad de las elecciones, mientras que sólo Rusia ha defendido su validez.

Lukashenko sin embargo considera que las quejas de las potencias occidentales son absurdas, que los bielorrusos ya han realizado su elección y que los intentos de iniciar una revolución han fracasado.

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