Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han detenido a tres vecinos de Cabeza del Buey (Badajoz) que fueron sorprendidos 'in fraganti' cuando capturaban cuatro jabalíes vivos de mediana edad en acotado de caza sin permiso del titular en la localidad pacense de Zarza Capilla y usando medios masivos y no selectivos.

La detención de estas tres personas como supuestos autores de un delito contra la fauna se ha producido el pasado fin de semana, según ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.

Durante un mes, los agentes del Seprona de Castuera y Herrera del Duque en colaboración con los Guardas de Caza del Coto conocido como Piedra Santa, sito en el término municipal de Zarza Capilla (Badajoz), montaron un dispositivo de vigilancia en el paraje conocido como Alto de las Cabezas.

En dicho lugar existe un corralón de piedra, que estaba siendo "cebado" con maíz y avena, supuestamente para atraer animales a su interior.

En el transcurso de los días, se comprobó cómo varias personas depositaban comida en el lugar, aunque suponiendo sus intenciones, los agentes del Seprona, tuvieron que esperar para así poder demostrar la comisión del delito.

El pasado día 1 los agentes observaron cómo los tres imputados acceden al lugar colocando un sistema definitivo de cierre con trampilla, que permitiría la entrada de animales en el corralón pero no su salida.

Al día siguiente fueron detenidos cuando sacaban del "lugar trampa" cuatro jabalíes de mediana edad, introducidos vivos en otros tantos sacos de plástico en el interior de un vehículo todo terreno.

Los jabalíes supuestamente destinados para su venta en vivo para repoblar otros espacios de caza, fueron liberados en su medio natural.

La Guardia Civil ya llevaba tiempo investigando este tipo de conductas en varias fincas de la zona, de hecho tenía constancia de que en la misma de la presente actuación, el pasado año se pudieron sacar más de 30 jabalíes.

Antecedentes por furtivismo

Dos de los detenidos de 48 y 24 años de edad poseen antecedentes por furtivismo, al tercero implicado de 35 años de edad no le constan antecedentes policiales.

Todos ellos son acusados de un delito contra la fauna, al cazar en coto privado sin permiso del titular y utilizar para la captura de animales medios masivos no selectivos. Así mismo, se les considera autores de numerosas infracciones administrativas de caza e incluso por maltrato animal, debido a la forma de transportarlos.

Las diligencias instruidas en el Cuartel de la Guardia Civil de Peñalsordo y los detenidos fueron puestas a disposición de la autoridad judicial.