El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, considera "satisfactorio" el descenso de la delincuencia en la Comunidad hasta 33 infracciones penales por cada mil habitantes, aunque se registran incrementos en los robos en viviendas vacías (suben casi un 10 por ciento) y los hurtos (aumentan un 5,8 por ciento), materia en la que se comprometió a trabajar.

Alejo se expresó así tras la celebración de la Comisión de Asistencia al delegado, a la que asistieron los subdelegados del Gobierno y los máximos responsables de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía en la Comunidad.

En concreto, destacó el descenso de las tasas de delincuencia, que se sitúan en 33 infracciones penales por cada mil habitantes, por debajo de la media nacional, que es de 45,1, de forma que Castilla y León sea "uno de los territorios más seguros". En cifras totales, las infracciones disminuyen de 85.243 a 84.507 (736 infracciones penales menos).

Miguel Alejo matizó que este índice desciende aún más, hasta 31,7 infracciones por cada mil habitantes, si sólo se tienen en cuenta las tasas de delincuencia como tales y se excluyen los delitos relacionados con la Seguridad Vial.

Por provincias, indicó que aunque ninguna supera la media nacional, los índices son mayores en Valladolid y Burgos, que descienden con respecto a otros años pero son "ligeramente" superiores a la media regional, ya que además de la población con la que cuentan suponen un punto de confluencia de redes nacionales e internacionales de tráfico.

Alejo, que atribuyó este descenso al trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la cooperación y colaboración con otras administraciones y la colaboración ciudadana, aseguró que la seguridad es un valor apreciado por la ciudadanía pero aclaró que no se baja la guardia y mantendrán "las orejas tiesas".

Principales indicadores

Por lo que se refiere a los indicadores principales, se ha producido un descenso de los delitos contra la vida, integridad y libertad de las personas de un 3 por ciento, al pasar de 4.558 a 4.423, y entre ellos descienden los asesinatos y homicidios dolosos (de 45 a 38, un 15,6 por ciento menos), así como los malos tratos en el ámbito familiar (-1,8 por ciento, de 2.255 a 2.214) y los malos tratos físico-psíquicos habituales (de 654 a 569, un 13 por ciento menos).

Sin embargo, los delitos contra el patrimonio aumentan un 0,3 por ciento (pasan de 22.289 a 22.361) y entre ellos destacan los robos con fuerza en viviendas, que suben un 9,9 por ciento (pasan de 2.550 a 2.802). El delegado del Gobierno apuntó que se trata de actos cometidos en viviendas vacías, entre las que se incluyen otros inmuebles como por ejemplo las casetas que se encuentran en los campos.

En este sentido, Alejo recordó que entre 2008 y 2009 se incrementaron un 21 por ciento y se puso en marcha un plan especial para reducir este tipo de delitos, el cual considera que ha dado resultado con un aumento mucho menor, aunque incidió en la importancia de la cooperación y colaboración ciudadana y reiteró el llamamiento para "entre todos ir ganando la batalla" a este tipo de robos.

Frente a este incremento, los robos con violencia en viviendas han pasado de 117 en 2009 a 110 el pasado año, lo que supone un descenso del 6 por ciento, mientras que los robos con violencia en establecimientos han bajado un 7,1 por ciento, de 324 a 301.

El delegado del Gobierno también incidió en el incremento de un 2,9 por ciento en las faltas de hurto (cuyo importe es superior a 400 euros), que pasaron de 23.995 a 24.693, hechos que en muchas ocasiones se producen en espacios públicos pero que también "necesitan de una mayor sensibilidad ciudadana" además del trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

En definitiva, explicó, el número de delitos y faltas sin la seguridad vial han pasado de 82.200 a 81.132 (868 delitos y faltas menos), lo que supone un descenso del 1,3 por ciento.

Más agentes y detenciones

En cuanto a las detenciones, la Policía Nacional y la guardia Civil realizaron 14.368 arrestos frente a los 14.103 del año anterior, algo que la Delegación relaciona también con el incremento de plantillas, que en enero de este año sumaban 10.340 funcionarios (7.183 guardias civiles y 3.157 policías) frente a los 8.612 de 2003 (6.108 agentes de la Benemérita y 2.504 de la Policía).

Miguel Alejo aseguró que los ciudadanos perciben que Castilla y León es un territorio seguro y tranquilo aunque aclaró que entiende que cuando a alguien le roban un móvil, su coche o vive una situación similar se produce una "insatisfacción" y "enfado" pero aseguró que se trabaja para que cada vez haya menos delitos de este tipo.

Además, considera que la seguridad es un elemento "fundamental" que contribuye al bienestar y tranquilidad de los ciudadanos pero también a la generación de riqueza que en Castilla y León, ya que en la Comunidad existe un patrimonio cultural y medioambiental así como otras características que son un polo de atracción del turismo, sector que actualmente contribuye a que haya una "perspectiva de salida de la crisis".

El delegado del Gobierno cree que la seguridad es un elemento que influye en la decisión de los visitantes de acudir a la región y celebrar en ella eventos importantes como congresos y encuentros.