La edad media de los niños y niñas niñas atendidos en centros de día de Cantabria es de 11,1 años, y la mayoría, en concreto, el 69,4 por ciento, son españoles.

Así se recoge en el último informe del Observatorio de Infancia, que analiza la situación de los niños y niñas atendidos en los Centros de Día, un recurso social de apoyo a familias que por su situación no pueden atender adecuadamente las necesidades de cuidados, supervisión y educación de sus hijos e hijas, ofreciendoles un espacio de formación y ocio creativo donde vean cubiertas sus necesidades, refuercen sus habilidades y mejoren su integración social.

El informe, consultado por Europa Press, pretende proporcionar información y conocimiento sobre la infancia atendida en los Centros de Día dependientes del ICASS, de los ayuntamientos de Cabezón de la Sal y Santoña, de la Mancomunidad de Liébana y Peñarrubia y de la Fundación Amigó.

Dicho informe se enmarca dentro de los objetivos y funciones del Observatorio de infancia, órgano técnico dependiente de la Consejería de Empleo y Bienestar Social, a través de la Dirección General de Políticas Sociales y de la Fundación Cántabra para la Salud y el Bienestar Social.

Perfil de los niños y de los padres

Entre los datos que aporta el informe se encuentra el relativo al perfil de los niños y niñas atendidos en centros de día, con una media de edad de 11,1 años.

La mayoría son de origen español (69,4%) y el resto (30,6%) de origen extranjero, mayoritariamente procedentes de América Latina, según revela el estudio.

En cuanto al perfil de las familias, el informe señala que, en lo relativo a la edad, hay importantes diferencias entre padres y madres. Así, las madres son más jóvenes que los padres, 39 años de media frente a 43,2.

El estado civil más habitual es el de separación y el de matrimonio —ambos presentan el mismo porcentaje (41,2%)—, seguidos de unión consensuada, con un 8,4%, solteros, con un 6,7% y viudedad, con un 2,3%.

Y respecto a la situación laboral de las madres, la mayoría están empleadas, un 71,3%, seguidas de las amas de casa, un 15,7%, las desempleadas, un 10,2% y, por último, las pensionistas, un 5,4%.

La situación laboral de los padres es distinta. La proporción de empleados es algo mayor, tres de cada cuatro padres está empleado y también los desempleados, uno de cada cinco, mientras el número de pensionistas es similar, alrededor del 3%.

El informe también analiza la cualificación laboral de los que están empleados, y que es muy baja o nula, tanto para los padres como para las madres, aunque entre estas últimas destaca que la práctica totalidad ocupa empleos que no necesitan ninguna cualificación.

A su vez apunta que las madres, solas o acompañadas del padre, son quienes adquieren mayoritariamente la responsabilidad de los hijos e hijas ante el centro de Día, mientras los padres apenas asumen en solitario la responsabilidad sobre sus hijos e hijas.

Desprotección moderada o grave

El informe también revela que las situaciones de desprotección moderada o grave son las más comunes. El tipo de maltrato recibido no se especifica en una tercera parte de los casos, poco más de una cuarta parte son negligencias y una cuarta parte no ha recibido ningún tipo de maltrato. Destaca también que se han registrado muy pocas situaciones de riesgo entre los niños y niñas que pasan por los Centros de Día.

En cuanto a la situación escolar, apunta que más de nueve de cada diez de los casos atendidos en los Centros de Día está cursando Educación primaria o ESO.

Además una tercera parte sobre los que se tiene información ha repetido curso, lo que se considera una cifra alta si se tiene en cuenta que más de la mitad se encuentra cursando educación primaria o infantil y que tan sólo hay 45 casos realizando la ESO.

Finalmente, y por lo que se refiere a las relaciones sociales y comunitarias, el informe apunta que la mayoría mantiene relaciones con la comunidad, bien mediante actividades comunitarias, deportivas o de ocio, o mediante salidas sociales dentro de la comunidad como celebraciones o excursiones.