Los hogares gallegos tienen el mayor riesgo de incendio de España

El 46% de las instalaciones eléctricas tienen más de 30 años y son muy peligrosas. La mayoría carece de interruptor diferencial.
Los bomberos vigueses apagaron el año pasado 868 incendios, en su mayoría forestales. Un 23,5%, casi una cuarta parte, se desencadenaron dentro de una vivienda. La causa, según fuentes del cuerpo, suele ser difícil de determinar, pero lo más frecuente es que se haya producido un fallo en un electrodoméstico o un cortocircuito en la propia instalación eléctrica. Y no es de extrañar: Galicia es la comunidad con  mayor riesgo de incendio doméstico.

El censo de población y viviendas del Instituto Nacional de Estadística lo explica: el 46% de las instalaciones eléctricas gallegas son anteriores a 1975, o lo que es lo mismo, tienen más de 30 años y presentan un riesgo alto. De hecho, es el índice más elevado de toda España, donde la media no supera el 33%.

Las viviendas tan antiguas, según la Plataforma para la Revisión de las Instalaciones Eléctricas, son una bomba de relojería, ya que en el 86% de las ocasiones están lejos de las exigencias legales de seguridad y muy deterioradas por el uso. Con las anteriores a 1973 la cosa es todavía peor: el 70% incumple sistemáticamente los niveles mínimos de seguridad.

Además, esta bolsa de hogares carece en un 55% de pequeños interruptores automáticos (PIA), que nos protegen de los cortocircuitos y sobrecargas, y en un 39% de interruptores diferenciales, que desactivan la instalación en caso de fuga a tierra.

Habría que saber...

Ordenadores: Tenemos más ordenadores, vitrocerámicas y aparatos de aire acondicionado, pero no hemos revisado las instalaciones.

Manitas: Las reparaciones hechas por los consumidores, no especialistas, elevan el riesgo de accidente.

Potencia: El consumo sube rápidamente. Hay 16 millones de hogares españoles con potencia insuficiente.

Seguridad: Debemos tener pequeños interruptores automáticos (PIA), diferenciales y red de tierras.

Los bomberos aconsejan...

Revisión cada cinco años: Las instalaciones eléctricas deben ser revisadas por especialistas al menos una vez cada cinco años. Si los conductores se mantienen en buen estado, el riesgo de incendio se reduce al mínimo y la antigüedad de la instalación deja de ser determinante.

Evitar sobrecargar los enchufes: Es frecuente encontrar en una vivienda quemada un enchufe sobrecargado por varios electrodomésticos. Los bomberos recomiendan ser prudentes y racionalizar el uso de la red eléctrica.

Lejos de elementos combustibles: Una cortina o un sofá no son nunca responsables de un cortocircuito, pero sí de convertir una chispa en un incendio de grandes dimensiones. Deben estar siempre alejados de los enchufes.

La humedad: enemigo número uno: La humedad y la corriente eléctrica son incompatibles. Por eso, y en Galicia con más razón todavía, es necesario alejar la instalación eléctrica de cualquier foco de humedad en la vivienda.

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