El vicepresidente segundo de la Junta y consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, ha inaugurado este lunes en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid) la incubadora de empresas biotecnológicas que nace con el objetivo de generar y atraer empresas y proyectos biotecnológicos a Castilla y León para que ejerza un "efecto multiplicador" de crecimiento intersectorial en otros sectores para la Comunidad.

"Este edificio lo vamos a orientar como un polo de atracción de empresas nuevas para que se vayan instalando en nuestros parques tecnológicos o espacios de innovación", ha informado el consejero, que ha cifrado 2,7 millones de euros la inversión para la adecuación de este nuevo edificio.

Según ha explicado el vicepresidente de asuntos económicos en el Gobierno de Castilla y León, este proyecto se ha llevado a cabo en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para dotar a las empresas con un equipamiento de alta tecnología para desarrollar sus proyectos con instrumentos de última generación.

En concreto, este "vivero" biotecnológico cuenta con nueve laboratorios individuales de 40 metros cuadrados equipados con tecnologías avanzadas para realizar esas actividades de investigación y desarrollo en el ámbito biotecnológico, un sector de una "importante" importancia para Castilla y León.

El edificio está equipado además con cinco laboratorios de uso compartido especializado en genómica, microbiología, cultivos celulares y cromatografía. Entre el equipamiento de la bioincubadora destaca el espectómetro de masas de alta resolución cuyas líneas de investigación se centran en el campo de la lipidómica, además de tomas de gases centralizados (nitrógeno y argón), toma de vacío y equipamiento básico de laboratorio.

También cuenta con paredes acústicas de panel de sala blanca, acabado fenólico y medias cañas en todos los encuentros, suelo continuo de PVC, seguridad, control de accesos independiente para cada laboratorio y videoviligancia.

El consejero ha destacado el "tremendo futuro" de la biotecnología en materias como la agroalimentación o la salud humana, por lo que ha abogado por la colaboración con las universidades públicas de Castilla y León para poner en red los recursos científicos-tecnológicos existentes en la Región para que puedan ser aprovechados de forma óptima por la bioincubadora y, a su vez, que las instituciones universitarias puedan utilizar los servicios proporcionados por la misma.