¿De cuántos malagueños estamos hablando?

Es imposible concretarlo. Sólo en el cementerio de San Gabriel de la capital hay una fosa con 3.600 muertos. La represión de esos días acabó con más vidas que, por ejemplo, toda la dictadura de Pinochet.

¿Cuentan con algún tipo de ayuda?

Sí, pero el apoyo institucional de los partidos o de las administraciones tiene que tener contenido.

Retos más inmediatos...

Las fosas de San Gabriel y de Álora. Quieren edificar en los lugares en los que están ubicadas y las obras podrían dañar los restos.

¿Por dónde se empieza?

Por implicar a las sociedades más inmediatas. Hablamos con la gente de cada pueblo para ver cuáles son sus recuerdos. También pedimos que se hagan muestras de las fosas para ver el estado en el que se encuentran los restos.

¿Tienen otros frentes?

Nos importan los muertos de la carretera de Almería, el trabajo de los presos políticos en numerosas obras de la ciudad, los niños de la guerra o los guerrilleros del maquis. BIOEs periodista, tiene 46 años y trabaja en la universidad. Le gusta el campo, buscar setas, la música y viajar.