El mito de la 'rubia tonta', de dónde viene y por qué se desmonta en dos segundos

Desde Paris Hilton hasta la película 'Barbie' y la mítica 'Una rubia muy legal' han echado por tierra el mito de la rubia tonta. Pero ¿de dónde viene la asociación entre el color del pelo y la inteligencia?
'Una rubia muy legal', 'Barbie' y 'Algo pasa con Mary'
Tres rubias muy rubias y nada tontas.
Cinemanía
'Una rubia muy legal', 'Barbie' y 'Algo pasa con Mary'

La vindicación de la rubia pretendidamente tonta lleva ya tiempo poniendo sus motores en marcha, y sin duda ha sido la película de Greta Gerwig la encargada de demostrar que una melena oxigenada no tiene en absoluto que ver con una mente decolorada. El mito de la mujer bimbo, por ello, tiene los días contados hasta el punto de que incluso en las redes sociales asistimos a una "bimboficación" o al triunfo de una "Bimbo New Age". Pero, ¿qué es una 'bimbo'?

La mujer 'bimbo'

“Bimbo es una palabra de habla inglesa que se emplea para denominar al cliché de rubia tonta, de la presumida coquetona… 'Una rubia muy legal' es su película por excelencia. Ser 'bimbo' se ha convertido en un movimiento contracultural de internet e incluso en una tribu urbana o reivindicación en contra de la misoginia que sufren las mujeres que cumplen con estos arquetipos. Siempre se habla desde un razonamiento crítico y desde un punto de vista bastante radical sobre el falso empoderamiento que rodea a expresar libremente a tu sexualidad, porque esos estándares de belleza dependen en gran mayoría de un imaginario que proviene de la misoginia y de ver a la mujer como un objeto sexual que explota su capital sexual. A raíz de eso ha surgido el movimiento opuesto, que es el de que la mujer haga lo contrario y no se centre tanto en la estética", explica Samantha Hudson en "Vodafone yu". 

'Una rubia muy legal'
'Una rubia muy legal'
Cinemanía

"Entiendo el punto, pero me parece que estamos dejando de lado el factor de que las mujeres que más misoginia sufren son las que cumplen con esos estándares. No hay que ser condescendientes ni paternalistas intentando que cambien su manera de vestir, porque me parece misógino atacar a ese estereotipo. Los sedimentos del movimiento 'bimbo' dicen que quizás estás vistiendo de esa forma, pero no por ello te mereces ser acribillada a comentarios ni por parte de hombres machistas que te consideran un objeto sexual, ni por quienes creen que es una herramienta más del sistema para reproducir esos roles de género que intentamos destruir", dice la artista. 

La erótica oxigenada

Ese concepto de la mujer frívola bobalicona irrumpió por primera vez en la cultura pop de la mano de Marilyn Monroe, aunque su figura llevaba mucho más tiempo existiendo. La actriz tenía cinco años cuando ya existía la verdadera 'blonde bombshell', Jean Harlow, protagonista de 'Harlow, la rubia platino'. En Hollywood se rumoreó siempre que Howard Hughes quería que la intérprete fuera "la rubia más rubia" del cine... Y vaya si lo logró.

Considerada la primera rubia platino (se quedó calva al pasar por el calvario pertinente de la época para lograr esa oxigenada cabellera), tras ella el cine se llenó de rubias que repitieron la fórmula de la rubia tonta que Paris Hilton interpretó como nadie hasta que al lanzar en 2020 su documental, "This is Paris", dijo sin tapujos que llevaba toda la vida engañando al mundo no con el color de su pelo, sino con el peso de su materia gris. Sí: muchas rubias supuestamente tontas se han estado riendo años de quienes así las veían y han estado sacando provecho de su papel. ¿Acaso no es esa una deliciosa venganza que bien merece una buena decoloración? 

El cine indie ha apostado siempre por un prototipo de mujer bien diferente de melena oscura y flequillo que reflejaba bien a esas girl bosses de los 2000 que presumían de aptitudes empresariales y una ambición diferente a la que se le echaba en cara a sus compañeras rubias, a las que se les presuponía imbecilidad de base. Una estética que aunque nació con la finalidad de tener tintes empoderadores, en realidad fue tan opresiva como cualquier otro ideal femenino. Pero la estética siempre se ha vinculado además a la melena rubia, un color de pelo que quien apuesta por él bien sabe que cambia la percepción de los demás de forma inmediata. 

La rubia es un sueño al que aferrarse. La rubia es glamour, sexo

"Hay algo en lo que significa tener el cabello dorado, tener el tipo de belleza sobre la que los poetas han escrito epopeyas, el tipo de belleza que los soldados guardaban en fotografías granuladas en las trincheras, que hace que cubrirse el cabello con estiércol de paloma parezca racional. La rubia es un sueño al que aferrarse. La rubia es glamour, sexo. Cuando piensas en una "bomba rubia", no sólo piensas en la mujer, sino en el frenesí de deseo que la rodea. Piensas, primero, en Marilyn Monroe", escribe en 'Allure', Arabelle Sicardi.

Lo incómodo es que parece que para que una rubia tenga que ser tomada en serio ha de contar con un discurso estructurado, porque la inteligencia es clave para alimentar un capital social que parece estar reñido con el capital erótico. Eso es precisamente lo perverso: que se tilda de frívolas a esas rubias a las que simplemente por su aspecto, se tacha de vacías. ¿Quién está siendo, por ende, el superficial?

Viene de lejos

"Ser rubia ha tomado tal peso va más allá de un mero color. Se ha convertido en una señal resplandeciente del código, en parte de un valor. Es un sistema cargado de connotaciones morales, sociales e históricas que se ha arraigado en el subconsciente humano de Occidente y cada vez más, en el resto del mundo", explica en "On Blondes", Joanna Pitman, que comenta que la fascinación por la rubias data de la Antigua Grecia, donde Afrodita marcó las bases de un tipo de rubia gracias a su melena dorada repleta de potencia sexual. "Inspiró ambiciosas imitaciones entre las cortesanas de cabello oscuro de la Antigua Grecia, y marcó la pauta para cierto tipo de rubia que ha despertado las fantasías de los hombres y alimentado las aspiraciones de las mujeres desde entonces. Pero la historia de la rubia no es tan sencilla. Su generosidad es inagotable. Cada época ha rediseñado el cabello rubio a su propia imagen y lo ha dotado de sus propias preocupaciones", aclara.

Margot Robbie en 'Barbie'
Margot Robbie en 'Barbie'
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En la época que nos toca, la película "Barbie" ha demostrado que la muñeca rubia en realidad tiene tanto plástico como neuronas y bien podría cantar lo que Dolly Parton decía en la canción "Dumb Blonde": "Sólo porque soy rubia no creas que soy tonta, porque esta rubia tonta no es la tonta de nadie". ¿Sabéis quién sí es, por cierto, algo bobalicón? Ken. Y eso es lo que a tantos les escuece, que haya sido un hombre blanco cisgénero el que sea el epítome del bimbo. ¿Y si quien se ríe rubia, ríe mejor?

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