En un 95% de los casos, este tipo de alopecia afecta a la población femenina en la etapa de la menopausia. Su nombre técnico es alopecia frontal fibrosante, y su manifestación física una retracción de la línea frontotemporal del pelo, haciendo que éste cada vez nazca más atrás.
A pesar de que se trata de un proceso irreversible, "un diagnóstico precoz puede conseguir que sus antiestéticos efectos se frenen, deteniendo la inflamación y posterior destrucción del folículo piloso", nos explica el doctor Antonio Leone del Hospital Capilar.
Alopecia frontal fibrosante: autoinmune y hormonal
Cada vez más frecuente entre la población femenina, la alopecia frontal fibrosante es un tipo de caída capilar cicatricial que se produce, fundamentalmente, en torno a la menopausia. Se trata de un problema en el que intervienen varios factores: en un 8% de los casos, su aparición se debe a antecedentes familiares.
Sin embargo, la principal razón son los cambios hormonales presentes en la mayoría de las mujeres que la padecen, asociados en muchos casos a los trastornos de la glándula tiroides (hipotiroidismo).
Como explica el doctor Leone, "esta patología capilar tiene un doble mecanismo, autoinmune y hormonal, y afecta a pacientes susceptibles genéticamente. Lo que sucede es que es el propio organismo el que ataca al cabello, provocando una inflamación que, si no se detiene, termina por destruir el folículo piloso".
Así pues, las células responsables de provocar esta alopecia cicatricial son los linfocitos del propio organismo.
Síntomas de este tipo de alopecia 'femenina'
Ligada a factores genéticos, ambientales, hormonales y autoinmunes, la alopecia frontal fibrosante se caracteriza por la retracción de la línea frontotemporal del pelo, con un cabello que cada vez nace más atrás. También puede producirse una pérdida de cabello en la zona de las cejas (hasta en un 75% de los casos) y en la nuca (25% de los casos).
Un inconveniente para ponerle freno cuanto antes es que esta patología suele avanzar lentamente y de manera progresiva, por lo que la paciente no percibe una caída excesiva de pelo. En la mayoría de los casos es asintomática, aunque tampoco es extraño que produzca dolor en el área en el que aparece el tejido cicatricial.
Continuando con los síntomas posibles, el doctor advierte que "los pacientes pueden experimentar otras señales como el enrojecimiento del cuero cabelludo, lesiones en las sienes formando una especie de relieve o una marcación de los vasos sanguíneos centrales de la frente".
La importancia del diagnóstico temprano y sus tratamientos
A pesar de que la alopecia frontal fibrosante es una dolencia irreversible, sin una cura definitiva disponible, "el diagnóstico médico precoz es fundamental para poder estabilizarla. Los tratamientos recomendables dependerán del grado de la alopecia, de la rapidez de su avance y de las circunstancias individuales de la paciente", explica el doctor de Hospital Capilar.
La idea, en general, pasa por tratamientos médicos "basados en corticoides tópicos u orales, inhibidor de la 5 alfa reductora, inmunosupresores y otros sistemas cosméticos para enmascarar la evolución de la alopecia como son los sistemas FAS, pelo natural que se adhiere de forma fija a la piel del cuero cabelludo".
Los expertos aconsejan en todos los casos seguir una dieta equilibrada para mantener la salud del cuero cabelludo, con el aporte justo y necesario de vitaminas, nutrientes esenciales y minerales.
¿Puede hacerse un injerto capilar en estos casos?
En principio, podría ocurrírsenos pensar que el problema se soluciona con un injerto capilar, técnica muy avanzada hoy en día para determinados tipos de alopecia. Sin embargo, el doctor Leone considera que "al ser esta patología inmunológica, en la que las propias células del organismo atacan las unidades foliculares produciendo su pérdida, no está indicado el injerto".
Solamente en algunos casos concretos en los que la patología está muy estabilizada y controlada se han realizado injertos. "Eso sí, siempre informando debidamente al paciente de los riesgos del implante y de la posibilidad de que el resultado no sea definitivo por la pérdida con el paso de los años", concluye el experto.
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