Las actividades agrícolas y ganaderas son las primeras que están sufriendo los efectos de la falta de precipitaciones.
©Greenpeace/Pedro ArmestreEntre 2004 y 2016, 446 personas murieron por exposición al calor excesivo.
©Greenpeace/Pedro ArmestreCasi una cuarta parte de España se puede considerar desierto y el 75% de la Península Ibérica está en peligro de desertificación.
©Greenpeace/Pedro ArmestreTras meses sin lluvias y una intensa campaña de riegos, los ecosistemas fluviales de la zona están en peligro.
©Greenpeace/Pedro ArmestreEl verano actual abarca prácticamente 5 semanas más que a comienzos de los años 80, según la AEMET
©Greenpeace/Pedro ArmestreLos embalses que abastecen Ávila se encuentran en mínimos históricos. Mientras, se sigue regando el campo de golf de la capital.
©Greenpeace/Pedro ArmestreInvernaderos en Totana. La Región de Murcia ha sufrido graves inundaciones este otoño, pero sus embalses siguen vacíos y el río Segura, en su cabecera, bajo mínimos.
©Greenpeace/Pedro ArmestreLos ecosistemas fluviales de la zona están en peligro. Imagen tomada en La Fueva, Huesca.
©Greenpeace/Pedro ArmestreLa ganadería, junto con la vid, almendrales, frutales, olivos y cereales han sido las producciones más afectadas.
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