Los cerca de 50 kilómetros de la ruta Xacobea, concretamente los que separan Palas de Rey y Santiago de Compostela, se llenaron de bicicletas adaptadas para hacer accesible el camino a las personas con movilidad reducida. El reto era grande, pero las ganas de compartir y atravesar un entorno natural único lo eran más.
Fundación AonLa idea era que personas con discapacidad tuvieran la oportunidad de recorrer pare del Camino de Santiago, que vivieran una experiencia única y que, como explica Pedro Cruz, uno de los voluntarios que los acompañaban, se sintieran "integrados, protagonistas, queridos. Ser diferente a veces excluye, pero aquí son parte".
Fundación AonPara Pedro Cruz, la experiencia fue agotadora, pero el cansancio físico queda relegado cuando se vive una experiencia tan inmensa, "me resulta muy difícil darte un titular de algo tan intenso. Hay una parte física que queda relegada, la experiencia es agotadora. Hago deporte habitualmente y anoche me costo dormir del cansancio", asegura.
Fundación AonPor el camino, todos disfrutaron y aprendieron, "la forma en la que los voluntarios ayudamos ha sido más especial que en otras ocasiones. Es muy emocionante ver cómo personas con parálisis cerebral, autismo o con movilidad reducida disfrutan del deporte y de la hermandad que surge en el grupo al pasar estos días juntos", confiesa José Antonio.
Fundación AonBruno, uno de los participantes, con una parálisis cerebral que también le afecta a nivel cognitivo, se lo pasó tan bien, que no quería que se acabara la experiencia, "cuando cogíamos el autocar de vuelta, se agarró a su silla y no quería subir, pataleaba y gritaba. Volvía a su vida cotidiana en donde poca gente le ve. Aquí todo el mundo le ha llamado por su nombre, le conocía, le abrazaba, le animaba. Nos decía su cuidador, Jose, que Bruno esperará todo el año para volver a hacer el Camino de Santiago", nos contó Pedro Cruz.
Fundación AonPara José Antonio Ayuso la experiencia fue única también: "Hemos tenido la oportunidad de convivir durante 3 días con personas con discapacidad y sus familias y cuidadores, lo que hace que la conexión con ellos, el aprendizaje y la forma en la que los voluntarios ayudamos sea mucho más profunda y útil. Poder participar en esto ha sido un auténtico regalo".
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