Esta asociación nació oficialmente en 2014 como una solución a la problemática del abandono de podencos, los cuales "casi nadie adopta y hay muchos abandonados", expresa María Casares, presidenta de SOS Podenco Rescue. "Desde que me fui de casa de mis padres he querido adoptar y cuando fui a las protectoras y pregunté cuáles eran los perros menos adoptados, la respuesta que obtuve fueron los perros de caza, especialmente los podencos". En la foto nos presentan a Alya, una podenca "grande, joven y cariñosa" que pasea bien con correa y "le gusta jugar con otros perros". "Es ligeramente positiva en Leishmania", apuntan.
El objetivo de esta asociación no ha cambiado desde que comenzaron su labor: "Salvar podencos abandonados, en la calle o en perrera y los cedidos por cazadores para prepararlos y darlos en adopción". Por desgracia, su presidenta lamenta que aunque en España también los dan en adopción, "hay poca gente que se anima". En la foto podemos ver a Sharona, una preciosa podenca de color blanco que "pasea bien con correa y disfruta jugando con otros perros".
Como la asociación no tiene instalaciones propias, la mayoría de sus perros se encuentran en una residencia privada, cerca de Valencia, lo cual les cuesta un dinero al mes. No obstante, para conseguir financiación, cuentan con un grupo de Teaming al que cualquiera puede unirse para ayudarles con un euro al mes, venden calendarios solidarios a final y principio de año y, a veces, piden donaciones por sus redes sociales. En la foto se encuentra Morgana que, a pesar de parecer tímida por su mirada, es una encantadora podenca joven y cariñosa. "Pasea bien con correa y le gusta jugar con otros perros", afirman.
En cuanto a los perros en adopción, Casares relata que algunos son más complicados a la hora de encontrarles una familia. "Los machos se adoptan menos que las hembras y, si son grandes, tienen Leishmania o son mayores, peor aún", lamenta. Este es el caso de Zuri (en la foto), una podenca joven, grande y cariñosa que, a pesar de su belleza, no encuentra un nuevo hogar por ser "ligeramente positiva en Leishmania".
Cualquiera que quiera adoptar alguno de los podencos de la asociación, tan solo necesita ponerse en contacto con Casares a través de sus redes sociales y empezar el proceso de adopción (cuyo primer paso es un cuestionario, tal y como vienen haciendo muchas protectoras en España desde hace tiempo. En la foto nos muestran a Gobi, un podenco "un poco tímido cuando no te conoce". "Cuando coge confianza es cariñoso y muy juguetón con otros perros, pero también es ligeramente positivo en Leishmania", comentan desde SOS Podenco Rescue.
Si tras las primeras fases del proceso de adopción está todo correcto, después "se realiza una visita (que a veces es virtual, especialmente si son adoptantes de fuera de España) y, si todo va bien, se formaliza la adopción", concluye la presidenta. En la foto se encuentra Esteban, un podenco de tamaño pequeño que disfruta de jugar con otros perros. "Es jovencito y muy cariñoso", aseguran.