Aunque la idea de esta asociación surgió antes de la pandemia, no fue hasta después de la misma cuando tomó forma. "Nosotras llevábamos ya mucho tiempo ayudando animales con otra asociación, pero no me gustaba cómo acabó funcionando y decidimos crear la nuestra propia", relata Muñoz. En la foto nos presentan a Marco, un perro que se encuentra muy enfermo por el que no van a parar de luchar. "Mientras él quiera seguiremos luchando juntos, se quedará con nosotros hasta entonces", asegura la fundadora.
HOCICOS DE COLORESLa principal labor de la asociación es el rescate de todo tipo de animales, aunque sí es cierto que se especializan en perros. "Cuando nos topamos con otros animales con los que no tenemos experiencia, contactamos con otras asociaciones que sepan sobre ellos y que se hagan cargo", explica Muñoz. "Nuestro objetivo es rescatarlos, recuperarlos y buscarles un hogar pero, además, también tenemos otros proyectos bidireccionales de terapias asistidas, charlas en colegios o centros, etc.". En la foto se encuentra Papi, un peludo de unos siete años al que dejaron abandonado en una residencia sin volver jamás. Se encuentra en adopción.
HOCICOS DE COLORESHocicos de colores se ha ido quedando poco a poco con los perros que más cuesta dar en adopción, los abuelos y los enfermos. "El año pasado me vi a cargo de 120 perros yo sola, fue muy duro", explica Muñoz. "Y este año, en tres meses ya hemos recogido 35 perros, una locura". En la foto nos presentan a Xena, la que era compañera de la mujer de Montse. "Nuestro logo es su cabecita con la crestita que tiene por la que es conocida. Ella se queda en casa".
HOCICOS DE COLORESAdemás de adoptando los perretes que tienen a su cargo, Montse recuerda que siempre están buscando el apoyo de personas. "Nos ayudan muchísimo las personas que se unen a nuestro Teaming, que es solo un euro al mes", cuenta. "Si son 300 personas, son 300 euros que nos facilitan mucho". En la foto se encuentra Fer, uno de los tantos que se quedó atrás un día de caza y por el que no regresaron nunca. "Está en busca de un sofá calentito", comenta la fundadora.
HOCICOS DE COLORESOtras formas de colaborar y ayudar a la asociación es comprando los artículos artesanos hechos por Montse. "Cuando tengo ratos libres me pongo con ellos y mis compañeras los llevan a mercadillos de otras ciudades españolas", cuenta. "También recibimos donaciones de alimentos o de otros productos como frutas o libros, los cuales podemos rifar y sacar dinerillo para seguir cubriendo gastos". En la foto nos presentan a Garbancito, un pequeño mestizo que se encontraron cuando conducían por un camino. "Vi una mancha negrina y, como si tuviera un radar, allí estaba".
HOCICOS DE COLORESLos gatos de la asociación pueden llegar a ser muy altos ya que, lejos de lo que la gente se cree, no solo es cuidar a los perros es, mantener el terreno en el que viven en condiciones adecuadas, la rehabilitación de los peludos, los gatos veterinarios... "Con todos los proyectos que hago, más las recaudaciones y una subvención del ayuntamiento, vamos pudiendo mantenernos", expresa Muñoz. En la foto se encuentra Lola, una perrita de siete años que vino junto a sus dos cachorros. Está en búsqueda de un hogar.
HOCICOS DE COLORESPara adoptar cualquier peludo con Hocicos de colores debemos saber antes que siempre será un perro que se adapte a nuestra vida, es decir, que sea adecuado, para garantizar que la adopción sea exitosa. "No queremos darlos al mejor postor", asegura Montse. En la foto se encuentra Moro, un abuelito de 15 años que vivía con Lola y sus cachorros en la misma finca y que "al mudarse, pues también sobraba...", lamenta la fundadora.
HOCICOS DE COLORES"El trámite de adopción consiste en responder un cuestionario, una entrevista online y una visita a tu casa, si todo va bien, después llega el contrato y, si se formaliza la adopción, hacemos seguimiento de por vida"; explica Muñoz. "A cambio pedimos la cobertura de los gastos veterinarios que se nos puede pagar a nosotras o directamente a nuestra clínica de confianza". En la foto nos presentan a Divina, una galguita de ocho años que la utilizaban para criar. "Sus cachorros no valían ni para correr, ni para cazar, así que la iban a dormir si no la recogíamos. Busca familia y un buen sofá", concluye Montse.
HOCICOS DE COLORESEntre los animales más difíciles de dar en adopción se encuentran los abuelos y los que están enfermos. "Me da coraje que la gente se eche tanto para atrás con los casos de Leishmania cuando normalmente se puede controlar y solo es necesario un tratamiento", lamenta Muñoz. "También es difícil que la gente adopta PPP". En la foto, los que seguramente no tengan tanto problema en encontrar un hogar serán Pipo y Pipa, los cachorros de Lola. "Tienen unos tres meses y vienen de personas que vendían el terreno y no querían quedarse ni a la madre, ni a sus crías".
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