Sergio Gutiérrez, del PSOE: "Hoy para mi generación, Europa es un espacio de desigualdades"

  • Sergio Gutiérrez ha sido el diputado español más joven del Parlamento Europeo en esta última legislatura.
  • Ha compaginado su labor en Bruselas con la de concejal de Escalona, la localidad toledana en la que nació.
  • Vicecoordinador del Comité Electoral del PSOE, considera que la UE no ha estado a la altura de las circunstancias en los últimos años.
  • "Lo que diferencia a Europa del resto del mundo es nuestro modelo social y es lo primero que hemos tirado por la borda cuando han venido mal dadas".
  • Cree que el descenso que las encuestas vaticinan para su partido respecto a 2009 es consecuencia de la gestión que el Gobierno socialista hizo de la crisis.
El eurodiputado socialista Sergio Gutiérrez.
El eurodiputado socialista Sergio Gutiérrez.
Jorge París
El eurodiputado socialista Sergio Gutiérrez.

Sergio Gutiérrez se quedó en 2009 a las puertas del Parlamento Europeo. Este joven toledano ocupaba el puesto 22 de la lista del PSOE, que logró 21 escaños. Su oportunidad llegó un año después cuando Magdalena Álvarez fue nombrada vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones. Él entró en su lugar, convirtiéndose, a los 28 años, en el eurodiputado español más joven.

Durante estos años ha compaginado su labor en la UE con la de concejal de Escalona, su localidad natal. Esta doble vertiente le ha permitido comprobar de cerca el efecto real de las medidas que se adoptan en Bruselas. Recuerda por ejemplo haber visto el riesgo que corrió en su pueblo el reparto de comida a los más necesitados cuando algunos países quisieron suprimir el fondo europeo para los bancos de alimentos. "En temas concretos, los sectores interesados tienen una interlocución muy útil con los eurodiputados. Fuimos el Parlamento Europeo y las federaciones de bancos de alimentos quienes salvamos ese fondo", afirma, sentado en un despacho del número 70 de la madrileña calle de Ferraz.

A los comicios del 25 de mayo, Gutiérrez, vicecoordinador del Comité Electoral, concurre en la duodécima posición. Las encuestas dan a su partido entre 17 y 19 diputados. Esta vez no tendrá que esperar a la repesca.

Se ha estrenado en la Eurocámara en su legislatura más convulsa. ¿Qué valoración hace de estos cinco años?

Hemos descubierto que Europa es imprescindible para decidir una salida más o menos justa de la crisis económica y más o menos rápida. Hemos visto todas las potencialidades de Europa, pero sobre todo nos hemos dado cuenta de todas sus debilidades. Ha sido una legislatura en la que Europa tenía que haber estado a la altura de las circunstancias y creo que hemos errado en el análisis de la crisis, en el diagnóstico y en las medidas.

¿Con qué percepción de Europa entró y con qué percepción ha salido?

Cuando hice campaña en 2009 hablaba de la Europa de las oportunidades, de la generación Erasmus... Hoy para mi generación Europa es la madrasta del cuento, un espacio de desigualdades y eso lo tenemos que corregir. Sentimos que Europa ha traicionado sus señas de identidad. Durante esos cinco años hemos oído a todos los líderes europeos decir que había que hacer lo imposible por salvar el euro y no nos hemos dado cuenta de que lo que diferencia a Europa del resto del mundo, y lo que había que mantener, es nuestro modelo social. Es lo primero que hemos tirado por la borda cuando han venido mal dadas.

¿Cree que, como vaticinan las encuestas, va a haber más euroescépticos y más abstención en estas elecciones?

Me fastidiaría mucho que creciera el euroescepticismo porque el problema no es Europa, el problema es quien ha gobernado Europa. No necesitamos otro proyecto distinto al europeo. Cuando los de mi generación piensan que durante estos años Europa se ha preocupado más de los intereses de los bancos que del interés general yo les digo que tienen razón, pero no es Europa solo, falta el apellido, es la Europa de derechas que nos ha gobernado.

Pero en el Parlamento, ¿no es más fácil llegar a acuerdos? ¿La Eurocámara no ha sabido frenar al Consejo?

Ha habido dos peleas: una del interés general europeo respecto al Consejo, en la que el Parlamento sí ha sabido defender a veces su posición, y otra entre izquierda y derecha. Cuando desde la izquierda hemos pedido una política distinta para la crisis —un impuesto de transacciones financieras, un calendario distinto de reducción del déficit para no provocar tanto recorte social, eurobonos— hemos chocado, no solo con el Consejo o la Comisión, que también, sino con una mayoría en bloque de la derecha europea.

¿El mensaje es solo negativo o hay algo en lo que hayan acertado las instituciones europeas en estos cinco años?

Hay muchas cosas en las que creo que Europa ha ido en la buena dirección pero se ha quedado a medio camino o ha llegado tarde, por ejemplo, la unión bancaria, para que un futuro rescate de los bancos lo paguen los bancos y no los ciudadanos como ha pasado hasta ahora. ¿Va en la buena dirección? Por supuesto. ¿Es un acierto? Claro. El problema es que no es tan ambiciosa como nosotros habíamos planteado.

¿Qué diferencia hay entre que Rajoy haga recortes y que ahora los realice Francia?

En el fondo puede haber puntos de partida distintos: el gasto social que hay en Francia, del 56% de su presupuesto, con el de España, apenas del 40%. Hay un margen de política social muy amplio. Pero lo que viene a decir es que Francia, como lo fueron España o Grecia, es víctima del austericidio que se ha marcado desde la Unión Europea. Francia tiene que ser la última víctima de esta estrategia que ha conducido a la asfixia económica de los países y sobre todo a la asfixia social de los ciudadanos.

Entonces, ¿Rajoy también era una víctima?

Nuestro país ha sido una víctima. Cuánto tienes que recortar, lo marca Bruselas pero que Rajoy tenga 5.000 millones de euros y decida destinarlos a rescatar las autopistas y no a mejorar la situación de emergencia en la que se encuentran muchos hospitales públicos, con enfermos en los pasillos, es una decisión nacional.

¿Ha tenido la percepción de que la ciudadanía desconoce lo que hacen los eurodiputados?

A veces desconocemos hasta la labor del concejal de un Ayuntamiento. Creo que es un problema generalizado, pero afortunadamente las nuevas tecnologías nos permiten, no tener un acceso al gran público, pero sí de manera individual que los ciudadanos puedan comprobar nuestra actividad.

Para intentar paliar esa situación, ¿usted utiliza entonces las redes sociales?

Sí. Estoy tratando de diseñar un blog para rendir cuentas de mi actividad parlamentaria en estos cinco años. Aunque no aspires a que todos los españoles se enteren de tu actividad, al menos sí puedes ofrecerla para que aquel a quien le interese lo tenga fácil.

¿Ese blog no llega tarde, justo en el momento de las elecciones? Los ciudadanos se quejan de que los políticos solo intentan acercarse a ellos cuando les necesitan.

Ese blog ya lo tenía y el 80% de la información sobre la actividad en el Parlamento Europeo está colgada en la web. Lo que hago en este caso es pasarla a mi blog y hacer balance de estos cinco años. Cada vez que he tenido una intervención lo he puesto en Facebook y Twitter.

Un tema que no contribuye positivamente a la imagen de los eurodiputados es el de los sueldos. En 2009 hubo una subida y se ha publicado que ingresan unos 13.000 euros mensuales. En época de crisis, con tanta gente mileurista o incluso menos, ¿no le parecen cifras desorbitadas?

Nuestro salario realmente no está en esa cifra, nuestra nómina es de 6.000 euros netos aunque es verdad que luego tenemos dietas de estancias y demás. Pero lo importante es la política de redistribución. En lo que damos ejemplo la inmensa mayoría de los eurodiputados españoles es en que pagamos dobles impuestos: en Europa, que son los que nos corresponden, y voluntariamente hacemos la declaración de la renta y pagamos impuestos aquí. Desde el grupo socialista hemos presentado enmiendas durante estos años para que se congelaran e incluso se bajaran los salarios, pero el Parlamento es una institución con el sueldo medio del funcionariado europeo, que desde el punto de vista de un español, es muy alto.

Esas propuestas de bajar los sueldos no han tenido éxito.

No, pero al menos la congelación es una realidad desde 2009.

A esos 6.000 euros de sueldo se añaden 4.000 en dietas, unos 300 por cada día de trabajo que están en Bruselas.... La gente suma y salen cantidades muy altas.

Sí. Es difícil de explicar. Tenemos una asignación individual que es para pagar a nuestros asistentes. Aunque parece una retribución del eurodiputado ni siquiera pasa por nuestra nómina ni por nuestra cuenta bancaria. La dieta diaria de 300 euros la recibes cada vez que estás allí, firmas y cumples con tu actividad parlamentaria. A veces salen conceptos que parece que son del eurodiputado y no lo son, son asignaciones para gestionar el despacho.

Desde el PP comentan que si los socialdemócratas ganan las elecciones ellos apoyarían a Martin Schulz. ¿Ustedes harían lo mismo con Jean-Claude Juncker?

Creo que vamos a ganar. Lo importante es que por primera vez en la historia europea hay candidatos previos a las elecciones para presidir la Comisión y sobre todo, candidatos de los partidos. Serán los ciudadanos quienes elegirán a un presidente al que podrán pedir rendición de cuentas directamente. Y hay una diferencia fundamental entre Schulz y Juncker que creo que marca el proceso de negociación. Schulz se presenta a las elecciones, Juncker no va en ninguna lista. El candidato de la derecha, el candidato de Merkel, busca ser el elegido por el método antiguo. Eso nos da un punto diferencial.

Aunque no vaya en ninguna lista no se oculta que será el candidato del PP.

Sí, pero es un gesto muy simbólico. Nadie entendería en nuestro país que un candidato a alcalde o a presidente de una comunidad no fuera en una lista electoral, es decir, que no se le pudiera votar. Si Schulz no gana las elecciones será europarlamentario y podrá ejercer su derecho a ser el líder de la oposición. Juncker, no, solo quiere ser presidente de la Comisión. No es la democracia que muchos tenemos en la cabeza.

Eso significa entonces que el PSOE no apoyaría a Juncker.

Tenemos muy difícil apoyar el programa de la derecha. Estoy convencido de que se buscaría cualquier otra mayoría que no pasara por la derecha europea.

¿Cuáles serán los retos de la UE en la nueva legislatura?

La salida de la crisis. Creemos que una política distinta en la Unión Europea hará que pueda ser más rápida, pero fundamentalmente, más justa. Creemos que todos los datos que nos pueden servir hoy para creer en una hipotética recuperación son muy débiles. Europa en 2013 creció en su conjunto al 0,0%; no hay recuperación. Y sobre todo estamos alarmados porque se está produciendo una gran desigualdad. Durante estos años hemos creado 27 millones de parados en toda la Unión pero sobre todo más de 120 millones de pobres, en la Europa rica.

Es inevitable que estos comicios se midan en clave nacional pero, ¿hacer de un asunto interno como la reforma de la ley del aborto uno de los ejes de la campaña no puede alejar aún más de las urnas a quienes ven Europa como algo ajeno?

No es un asunto interno. Europa también es un proyecto de valores. Cuando Rajoy anuncia su ley del aborto y hasta los líderes europeos de su propio partido lo critican, diciendo que va muy en contra de los valores europeos, es porque una ley tan retrógrada atenta contra una de las señas de identidad del proyecto europeo. Hay determinados derechos y libertades que tienen que ser comunes en los 28 Estados.

Pero Elena Valenciano ha declarado que hay que tomarlas "como si fueran unas elecciones generales".

Generales europeas. Cuando Elena Valenciano habla de unas elecciones generales europeas es porque por primera vez elegimos presidente del Gobierno europeo. Ese es el matiz.

También añadía que lo último que puede suceder es que el PP vea refrendadas sus políticas en estos comicios.

Es una réplica a [Miguel Arias] Cañete, quien dijo: "Tenemos que ganar por Rajoy. Rajoy se merece nuestra victoria. Las políticas de Rajoy tienen que verse refrendadas".

¿Está de acuerdo con quienes dicen que estos resultados pueden influir en que Rubalcaba se presente o no a unas primarias?

En las elecciones europeas hay demasiadas cosas metidas en la coctelera, como la recuperación económica, la creación de empleo, el modelo social, los recortes o no… Todas ellas están incluidas en la orientación de la papeleta. Yo creo que en ese coctel no caben más preguntas.

¿Crees que temas como el 'caso de los ERE' o la división en Cataluña les pueden pasar factura? Las encuestas reflejan un descenso del PSOE respecto a 2009.

El gran problema que tenemos desde el PSOE respecto a las elecciones de 2009 es la gestión de la crisis económica. Durante esos años es verdad que no conseguimos sacar a España de la crisis. También es verdad que estábamos haciendo una gestión mucho más justa que la que está haciendo el actual Gobierno. Pero la gran desafección que hay hacia los partidos políticos y en este caso hacia el PSOE tiene mucho más que ver con la crisis que con cualquier otra cuestión.

¿Les preocupa la fragmentación de la izquierda, el auge de formaciones como IU y la creación de nuevos partidos?

La fragmentación de la izquierda me preocupa siempre pero fundamentalmente en estas elecciones porque aquí es importante tu identidad ideológica pero también tu familia europea y un eurodiputado suelto, entre 750, sin ninguna familia, es un diputado perdido en una mayoría sólida. Lo importante para combatir a la mayoría de derechas es tener una familia potente y con representación en todos los países. Solo hay un partido de izquierdas que está en 28 países y puede ejercer la alternativa a la derecha en Europa, y es la familia socialdemócrata.

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