El presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, ha aplazado su visita oficial a España, prevista para el 7 y 8 de mayo próximo, debido al rechazo de la entrada de emigrantes paraguayos en el aeropuerto de Madrid, informó el canciller, Rubén Ramírez.

"En virtud de la penosa situación por la que están atravesando nuestros compatriotas en su deseo de ingresar al territorio español, el señor presidente de la República ha decidido posponer su visita al reino de España", afirmó Ramírez en rueda de prensa.

Tema previsto para debatir

El sorprendente anunció de la suspensión se produce un día después de que el propio canciller y el embajador español en Paraguay, Eduardo de Quesada, ofreciesen una rueda de prensa conjunta en la que dijeron que los últimos problemas migratorios en el aeropuerto de Madrid se tratarían durante la visita de Duarte al país europeo.

Durante la visita de mandatario paraguayo, que iba a estar acompañado por tres ministros y una nutrida delegación empresarial, estaba prevista la firma de un convenio migratorio en el marco de un programa piloto del Gobierno español para la contratación en origen de trabajadores paraguayos.

El jefe de la diplomacia paraguaya anunció, asimismo, que el Gobierno remitirá este miércoles al Senado la designación de Oscar Caballero como embajador en España, puesto que se encuentra vacante desde diciembre de 2005 con el regreso de Nelson Argaña para ocupar su puesto en la Cámara Alta.

Añadió que se está trabajando en la apertura de un Consulado General en Madrid y una asesoría jurídica en la Embajada paraguaya en la capital española para dar asistencia a los paraguayos que se encuentran en España.

Fuentes diplomáticas indicaron que la agenda de la visita de Duarte y su delegación a España ya estaba cerrada y que el presidente paraguayo, entre otras actividades, cenaría con el Rey Juan Carlos y que mantendría una reunión con el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

La prensa paraguaya ha destacado en los últimos días las denuncias de algunos de los "no admitidos" sobre las condiciones en que son retenidos en un sector del aeropuerto madrileño, así como de supuestos maltratos verbales de los funcionarios españoles.

En ese sentido, De Quesada señaló ayer que se están averiguando las denuncias, aunque advirtió de que será difícil para los "supuestos maltratados demostrarlo como para los policías españoles probar que no hubo tal maltrato".

"Quizá pudo haber habido un episodio concreto y si se acreditara debería ser sancionado el funcionario", señaló De Quesada al precisar que en 2006 se negó la entrada al 4,3 por ciento de los 42.016 paraguayos que llegaron ese año a España.