La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha archivado la causa abierta contra el ex ministro socialista de Fomento y diputado José Blanco en el 'caso Campeón', lo que supone que se cierra el caso y se deja sin objeto la petición de suplicatorio que había solicitado el juez instructor de la causa.

De este modo, el alto tribunal no pedirá al Congreso el suplicatorio contra Blanco, en una decisión con muy pocos precedentes en el Supremo que deniega la solicitud en ese sentido que hizo el instructor de la causa, el magistrado José Ramón Soriano.

La decisión, que supone el cierre del caso contra el exministro en el Tribunal Supremo, se ha tomado por unanimidad en una sala integrada por los magistrados Carlos Granados, Joaquín Giménez y Andrés Martínez Arrieta (ponente del auto).

El escrito deja sentado desde un comienzo que el instructor solicitaba al tribunal que actuara contra Blanco por un único delito, el de tráfico de influencias, por unas presuntas ayudas a su amigo José Antonio Orozco, vicepresidente de Azkar, para pedirle al alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, del PSC, que le concedieran una licencia para construir una nave

Ante dicha petición "el aforado solicitó, a través de un secretario de Estado de su ministerio, que un alcalde, que no tiene competencia directa para la concesión de licencias de funcionamiento industrial de naves, recibiera" al empresario, que solicitaba una entrevista para acelerar unos trámites y subsanar unos errores en su expediente, relata en este sentido el auto.

"Estos hechos no son subsumibles en el tipo penal de tráfico de influencias", afirma tras este relato de hechos el Supremo, rechazando de manera rotunda la tesis de fiscal e instructor.

El exministro no ejerció "predominio o fuerza moral" sobre el funcionario responsable y la resolución, finalmente favorable al amigo de Blanco, respondió a "criterios técnicos" y no a ninguna influencia exterior al funcionario responsable.

El propio técnico responsable declaró justificando cómo resolvió el expediente y los criterios técnicos que usó para ello, por lo que no había pruebas para considerar que la entrevista grabada en el curso de la investigación judicial entre Blanco y Orozco demuestre que fue la influencia del exministro la causa de que se resolviera el asunto, dice el Supremo.

"Mediar para convenir una entrevista entre un alcalde y un particular que actúa en interés propio de una empresa, sin sugerir ni ofrecer una alteración de la resolución", no es cometer delito de tráfico de influencias, por lo que procede aceptar el recurso de la defensa, dice el Supremo.

José Blanco ha manifestado su satisfacción por la decisión del Supremo y ha asegurado que "he sido víctima de un infundio político que ha fracasado". "Al final la verdad se ha abierto camino", se ha felicitado el exministro.

"Esta situación ha sido muy difícil para mí, para mi familia, para mis amigos, para mis compañeros y para mi partido. Ahora comienza un nuevo tiempo", ha explicado Blanco, que ha añadido: "Siempre he confiado en el Estado de Derecho".

Además, el diputado socialista ha confirmado que se retira de la primera línea política: "Como ya dije en 2011, doy un paso atrás. Me retiro de la primera línea política y no me presentaré a las primarias de Galicia el próximo 7 de septiembre". "Habiendo sido número dos del PSOE, he colmado mi ambición", ha agregado.

Por su parte, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido el primero en transmitir su alegría por la decisión. "Me alegro por Pepe Blanco y por su familia", dijo el líder socialista. "El tribunal me ha dado la razón, era inocente", añadió durante una visita a Canarias.