La presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, superó este jueves la primera moción de censura de la historia de la Comunidad foral, presentada por los grupos de Bildu y Aralar-NaBai; todos los grupos de la oposición, salvo el PP, pidieron su dimisión, incluido el PSN, que sin embargo se abstuvo.

La iniciativa no tenía los votos suficientes para prosperar: contaba con el apoyo de 18 de los 50 parlamentarios de la Cámara: Bildu (7 escaños), Aralar-NaBai (6), Izquierda-Ezkerra (3) y Geroa Bai (2), insuficientes frente a los de UPN (19) y PPN (4), y la abstención del PSN (9). La iniciativa, que presentó al parlamentario independiente de NaBai, Juan Carlos Longás como candidato a la presidencia, tenía el objetivo de convocar inmediatamente elecciones en Navarra.

"Bildu lo que quería era, aprovechando esta crisis económica, lograr su gran objetivo, que es conseguir la territorialidad en un primer momento para buscar luego la independencia", aformó la presidenta navarra, cuyo Gobierno está en minoría parlamentaria.

Barcina aseguró que, en cambio, lo que tienen que hacer las fuerzas políticas de la Comunidad foral es ponerse de acuerdo y "buscar soluciones a los verdaderos problemas que tienen los navarros".

Durante el debate, el portavoz de UPN, Carlos García Adanero, calificó de "fraude" la moción y la enmarcó en una "estrategia política electoral". "No son momentos de elecciones, sino de soluciones", dijo el diputado, quien apuntó que no tiene "tan claro" que, en el caso de que prosperara la moción, el Gobierno liderado por Longás fuera a convocar elecciones. "Una vez ahí no se mueven", añadió.

Tras calificar la moción como "claro márketing y estrategia política electoral", el portavoz regionalista dijo que no es el momento de convocar elecciones e incidió en que "se puede seguir llegando a acuerdos" en el Parlamento y que para eso no hace falta cambiar de Gobierno.

El portavoz de UPN manifestó que la primera prueba de que esta moción de censura está abocada al fracaso es su candidato, no por su capacidad, sino por su militancia política, en alusión a su carácter de independiente, ya que si hubiera alguna posibilidad habrían elegido "un batasuna pata negra".

Por su parte, Juan Carlos Longás destacó en su discurso que "sólo unas elecciones permitirán el saneamiento profundo y la regeneración que la política navarra requiere". El candidato propuesto por Bildu y Aralar-NaBai abogó por el derecho a decidir de los navarros y ha instado a formar un Gobierno "plural y de amplia base política" frente al Ejecutivo de UPN, que estará limitada por la convocatoria de elecciones.

Longás calificó su propuesta como "abierta, constructiva en busca de los necesarios consensos porque es una propuesta de cambio, de reacción ante un estado de cosas que es ya insostenible para buena parte de la ciudadanía".

Tras tildar la situación de "emergencia política, social y económica", ha citado algunas de sus propuestas como establecer el estado real de las cuentas de Navarra, revisar la renta básica o actuaciones de emergencia sobre el parque de viviendas vacías.

Longas reiteró que la moción de censura es "oportuna y no oportunista", es necesaria "por la situación de emergencia política, social y económica que vive Navarra, con un hartazgo considerable en la sociedad", ha justificado Longás, quien añadió que es para "exigir responsabilidad al Gobierno".

El secretario general del PSN, Roberto Jiménez, ratificó la abstención de su grupo, aunque señalo a Barcina que, si se mantiene en el poder, la situación será "insostenible". Jiménez dijo que la moción de censura es "legítima" y pidió respeto al Parlamento y a estos sus grupos, aunque ha apuntado que esta iniciativa, en la que aprecia "un cierto olor partidista", ya nació "muerta", porque no contaba con respaldo suficiente.

El dirigente socialista insistió en que la abstención del PSN es "un doble no", tanto a la actual presidenta del Gobierno como a una hipotética presidencia del Gobierno de Bildu. Barcina, remarcó, no goza de la confianza del PSN y, "lo que es más importante", no tiene la confianza del Parlamento, por lo que "debería dimitir" y dejar a "otra persona para dirigir los destinos de Navarra".

En ese sentido, opinó que la presidenta "no tiene capacidad de acuerdo con ningún grupo para sumar mayorías" y es "un elemento de inestabilidad" en Navarra, porque los acuerdos con el PSN "los dinamitó unilateralmente" y se quedó "con un Gobierno que salió en virtud de esos acuerdos", por lo que su presidencia es "ilegítima".

Por otro lado, el PP se mostró contrario a la moción de censura, pero su portavoz, Enrique Martín, le pidió durante su intervención a Barcina que asuma su responsabilidad, recupere la estabilidad institucional y restaure una "imagen zarandeada" por los escándalos de Caja Navarra.

El voto del PPN en contra de la moción de censura de Bildu y Aralar-NaBai no debe ser visto como "un apoyo incondicional al Gobierno de la señora Barcina", sino a favor de la estabilidad institucional de la "Navarra foral, solidaria con el resto de las regiones y en el marco de la Constitución española", precisó el dirigente popular.

Al respecto, incidió en que la presidenta tiene el "deber y la responsabilidad" de recuperar la estabilidad institucional de Navarra, "restaurar la imagen zarandeada por los escándalos de Caja Navarra" y acabar con la inestabilidad, ya que dificulta la toma de medidas necesarias para salir de la crisis. En cuanto a la moción, sostuvo que están convencidos de que "no es adecuada y resulta por lo tanto inoportuna" y "un viaje a ninguna parte".

Sobre esta moción de censura planea el caso de Caja Navarra, que ha llevado estos días a los tribunales como imputados al expresidente Miguel Sanz, al alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y al ex consejero de Economía y Hacienda, Álvaro Miranda, por el cobro de dietas dobles y triples en un mismo día

Sanz, Maya y Miranda formaron parte de la Comisión Permanente de la CAN, junto a la propia Yolanda Barcina, que no ha sido imputada por la jueza ya que tiene condición de aforada, por lo que en todo caso tendría que ser investigada por el Tribunal Supremo.

La presidenta Barcina, que accedió al cargo en junio de 2011 tras ganar las elecciones encabezando la lista de Unión del Pueblo Navarro (UPN), ha lamentado que se celebre una sesión parlamentaria para tratar una iniciativa que en principio no tiene votos para ser aprobada y ha sostenido que sería "mucho mejor" trabajar en el Parlamento en la solución de los problemas de los navarros.