Ha sido probablemente el concursante más polémico de la décima edición de Gran Hermano, pero finalmente fue él, Iván, el que se llevó el gato al agua. Suyos son los 300.000 euros del premio.

Orlando y Almudena, también finalistas, estuvieron cerca, pero no lo consiguieron. La cartagenera quedó tercera, y el feriante, al que muchos creían ganador, se quedó con un palmo de narices.

Ya con la cartagenera fuera de casa, tanto Iván como Orlando, nerviosos por el inminente final, se mostraron visiblemente emocionados, con abrazo incluido. Al primero, incluso se le escapó alguna lagrimilla. "Es la experiencia más bonita que he tenido en mi vida", dijo.

Milá, de lagarterana 

En plató, Mercedes Milá, vestida de lagarterana en homenaje a Castilla La Mancha, los iba recibiendo por orden de salida. Primero Almudena, luego Orlando y, por último, Iván.

La décima edición de Gran Hermano ha corroborado la espectacular fortaleza del formato, que ha liderado en el 100% de sus emisiones con una media del 25,4% de cuota de pantalla y 3.723.000 espectadores.