Varias organizaciones celebrarán este sábado, 12 de mayo, en el paseo Sarasate de Pamplona, el Día Mundial del Comercio Justo con el lema 'Para disfrutar de un buen café no hace falta que termine molido nadie'.

El objetivo de esta celebración, que dará comienzo a las 11 horas, es "llamar la atención ante las situaciones de injusticia, como salarios míseros, condiciones laborales indignas, explotación infantil, desigualdad de género, deterioro del entorno medioambiental, que se esconden tras la producción y comercialización de muchos productos, y que consolidan la pobreza y desigualdad mundiales".

Así lo ha explicado a través de una nota el Consorcio de Comercio Justo, formado por las ONGD Adsis-Equimercado, Alboan, Intermón-Oxfam, Fundación Vicente Ferrer, OCSI, Setem y Medicus Mundi Navarra, que se suman a estas reivindicaciones.

Según los organizadores, el lema de este año se ha centrado en el café, dado que es el segundo producto básico de mayor comercialización mundial, después del petróleo. "Sólo en España se consumen cada año 200 millones de kilos de café. Su precio se fija en las bolsas de Nueva York y Londres, y está sujeto a una gran volatilidad", han destacado.

Así, han indicado que "el comercio justo garantiza un precio estable a los grupos productores y superior al del mercado". "Un estudio de la Plataforma Francesa de Comercio Justo concluye que en este sistema alternativo los campesinos reciben un 17 por ciento del precio de venta final, mientras que en el comercio convencional es de un 5 por ciento", han resaltado.

Por otra parte, han afirmado que la Organización Internacional del Trabajo estima que la mano de obra infantil representa en torno al 10 por ciento de las personas que trabajan en las plantaciones de café. Por ello, el comercio justo garantiza que no se produce explotación laboral de niños. Asimismo, el salario y las condiciones laborales son equitativos para los trabajadores y se potencia la participación de la mujer en los órganos de decisión.

Por último, en el comercio justo las técnicas de producción "son ecológicas", ya que "no se utilizan sustancias sintéticas o transgénicas". De esta manera, se respetan los ciclos de la tierra y la sostenibilidad del entorno.