El Tau gana la Supercopa de España de baloncesto

Se hizo con la primera final de la temporada 2005-06 ante un batallador CB Granada que se dejó el corazón en la pista y peleó hasta el final.
El jugador del Tau Cerámica P. Drobnjak, con el balón en la final de la Supercopa disputada en el Palacio de Deportes de Granada (Foto: Efe)
El jugador del Tau Cerámica P. Drobnjak, con el balón en la final de la Supercopa disputada en el Palacio de Deportes de Granada (Foto: Efe)
EFE
El jugador del Tau Cerámica P. Drobnjak, con el balón en la final de la Supercopa disputada en el Palacio de Deportes de Granada (Foto: Efe)

Los granadinos cumplieron lo prometido el día anterior por su entrenador. Para hacerse fuertes echan el resto en defensa y en defensa cimentaron su apuesta por agarrar el título.

Al Tau le costó mucho trabajo encontrar el aro todo el partido y su escapada inicial (5-14 m.6) empezó a perder consistencia poco a poco hasta que entró de lleno en el partido y en el ritmo que buscaban los locales.

La zona granadina sólo sintió los pies del hispano-argentino Luis Scola durante muchos minutos y el Tau tuvo que volcar el juego ofensivo sobre el perímetro, donde el turco Serkan Erdogan, el estadounidense Travis Hansen y el croata Roko Ukic le abastecieron de puntos como y cuando pudieron. El Granada encajó con serenidad la salida vasca.

Confió en el baloncesto que ha elegido y así llegó a ponerse por delante para delirio de la afición local (21-19), que apreció el titánico esfuerzo de los suyos y vivió el partido con auténtica pasión.

Un triple de Nacho Ordín y otro de Jaime Sanmartín, separados por una doble de Jesús Fernández, anularon el segundo intento de escapada vitoriana (31-31 m.18) y mantuvieron el choque y el título a tiro ante un Tau que, más que por las dificultades atacantes, sufrió por la falta de actividad defensiva.

Los locales jugaron muy cómodos toda la tarde. Siempre encontraron huecos para lanzar desde larga distancia y, gracias al buen trabajo de destrucción y rebote, también para correr.

Las penetraciones no faltaron. La poca intensidad vasca dejaba huecos que los exteriores supieron usar con criterio para irse hacia el aro y hacer daño a un enemigo contra el que todo recurso es poco.

El Granada clausuró el primer tiempo sin daños y con el partido abierto a cualquier resultado (33-35). Un motivo más para mantener la fe y pujar por un título que, desde su punto de vista, sonaba a gloria pura.

La gasolina para el esfuerzo estaba garantizada. La grada puso una parte del depósito. Una falta señalada a Jesús Fernández con el marcador en 40-43 (m.29) desató la cólera del público y elevó la temperatura sobre la cancha.

El partido estaba en un momento clave para los dos equipos y el Granada buscaba la Copa con tal ahínco que a César Sanmartín le salieron muelles en las piernas para levantarse entre Tiago Splitter y Sergi Vidal, forzar la falta y darle una última posesión a los suyos que Fernández palmeó tras un tiro del italo-estadounidense Raymond Tutt para cerrar el tercer cuarto en tablas (44-44).

El Tau seguía sufriendo a siete minutos de la bocina (48-48). Para el Granada suponía continuar el sueño. Se vacío en pos del éxito. El despliegue defensivo del tercer cuarto fue tan intenso que ahogó al equipo de Pedro Martínez, pero también al andaluz.

El parcial del periodo (11-9) lo ilustra a la perfección y los cuatro minutos transcurridos entre el 48-48 y el 48-50 (m.37), también. Pero los vitorianos están muy acostumbrados a las situaciones de máxima tensión, así que manejaron mejor los hilos.

Hansen se colgó en un mate espectacular, el serbio Predrag Drobnjak tiró de kilos y músculo para anotar una bandeja y Erdogan activó la muñeca justo en los instantes que marcan la diferencia entre la derrota y el triunfo (50-55 m.39).

Nacho Ordín dio una última esperanza al Granada desde el arco de triples (55-57) y Scola, en una jugada marca de la casa, finiquitó la discusión a veintitrés segundos de la despedida. El Tau gana la primera final de la temporada.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento