"Una provocación". Así ha calificado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la propuesta de resolución que Junts pel Sí y la CUP han registrado en el Parlmento catalán para iniciar el proceso de independencia de Cataluña.. "No va a surtir efecto alguno", ha dicho, al tiempo que ha advertido que "el Estado no va a renunciar al uso de todos los mecanismos políticos y jurídicos en defensa de la sobreranía del pueblo español".

Rajoy ha lanzado "un mensaje de tranquilidad" a los españoles y en particular a los catalanes, y ha recho referencia a la reforma del Tribunal Constitucional recientemente aprobada por la vía de urgencia, que confiere al tribunal la capacidad de hacer cumplir sus resoluciones aunque tenga para ello que recurrir a la suspensión temporal de un funcionario público como el presidente de la Generalitat.

"Mientras yo sea presidente del Gobierno, España seguirá siendo una nación de ciudadanos libres e iguales, la Justicia prevalecerá sobre "la sinrazón" y todos estarán sometidos a la ley y a las resoluciones de los tribunales", ha afirmado el presidente. "Quienes quieran separar y dividir a Cataluña deben saber que no lo van a lograr", ha añadido. "Tienen enfrente la ley y a un Gobierno dispuesto a hacerla valer".

Antes de hacer esa declaración institucional, Rajoy ha conversado por teléfono tanto con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, como con el líder de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, a los que ha informado de las líneas generales del mensaje que iba a trasladar a la opinión pública. Con ambos ha coincidido en los "principios generales" sobre la respuesta al texto independentista, y mantendrán un diálogo fluido ante el desafío que se está produciendo en Cataluña, según fuentes gubernamentales.

El Gobierno deja en primer término la iniciativa a los grupos parlamentarios, de manera que el PP catalán presentará un recurso de reconsideración en la Mesa del Parlament. La idea es agotar todos los pasos reglamentarios antes de tomar una medida contundente, pero la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha solicitado ya un informe a los Servicios Jurídicos del Estado para estudiar todas las vías de recurso posibles. Entre estas, además de la reforma del TC antes citada, el Gobierno también se muestra dispuesta a aplicar el artículo 155 de la Constitución, que podría suponer poner en marcha el proceso para suspender la autonomía catalana. Este procedimiento, no obstante, es más complicado porque requiere antes muchos pasos previos.

Horas después de la declaración institucional de Rajoy, Albert Rivera ha dicho en su perfil de Twitter que "la declaración separatista de Mas, ERC-CUP es un desafío a la democracia y a la convivencia", y ha pedido al Gobierno "que la recurra ante el TC".

Por su parte, la vicepresidenta de la Generalitat, Neus Munté, ha pedido este martes a Rajoy, "respeto" por la propuesta. "Pedimos respeto por la democracia y la libertad de expresión. Los parlamentos tiene la función de canalizar los mandatos democráticos", ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu, y Munté entiende que este mandato es el de la independencia y surgió de las elecciones del 27S.

Más tarde, a medida que iba conociendo las palabras de Rajoy, Munté ha dicho que estas suponen una "amenaza explícita" que "no es propia de un gobierno ni de un estado democrático".  Tales declaraciones se explican, a su juicio, porque Rajoy "ha entrado en campaña electoral" y sabe que "determinados discursos y tonos en relación con Cataluña tienen rentabilidad electoral".