Una mujer se cae por una cascada de 15 metros de altura y graba cómo se salvó

  • "Encendí la cámara unos segundos antes de caer", expresó la superviviente.
  • La mujer giró para caer sobre su lado izquierdo para no lastimarse el codo derecho, con el que juega al voleibol.

Heather Friessen es una joven de 23 años muy afortunada ya que sobrevivió a una caída de 15 metros de altura en una cascada de Hawái (Estados Unidos).

Friesen viajó a la isla a mediados de 2016 y, durante uno de los paseos, resbaló y cayó desde lo alto de una cascada de varios metros de altura. Sorprendentemente, la joven captó en un vídeo la caída y cómo salvó su vida, al llevar una GoPro encendida para grabar lo que debería haber sido un momento de adrenalina.

En las imágenes, que se han vuelto virales esta semana, se ve a Friesen resbalando por la cascada, a causa de unas rocas mojadas, intentando agarrarse a cualquier saliente hasta que finalmente cae al agua. Uno de sus amigos llega rápido a por ella, para ayudarla a salir del estanque.

Por suerte, la joven sobrevivió a la caída, aunque sufrió graves lesiones: varios cortes, un pulmón colapsado, una fractura en el omóplato y otras en varias costillas.

"Encendí la cámara unos segundos antes de caer", explicó Friesen en declaraciones recogidas por El Comercio. "Apenas estábamos en la primera cascada de nuestra caminata. Intenté ver sobre el borde y acabé resbalando".

"No es un sitio al que te puedas tirar, porque el estanque tiene apenas un metro de profundidad. Te matabas si caes de la manera equivocada", aseguró. "Me puse a pensar en lo tristes que se pondrían todos, mi familia estaba tan lejos y ellos estarían tan preocupados. El novio que tenía en ese momento, que ahora es mi esposo, jugaba béisbol y estaba en un viaje en California mientras yo caía por la cascada. También pensé que él se pondría mal", relató.

Friesen contó que "estaba segura" de que se iba a hacer daño y que esa caída arruinaría su carrera en el voleibol entonces se dijo así misma: "Heather, necesitas caer sobre tu lado izquierdo del cuerpo, para que no te lastimes el codo derecho, que es el que usas para golpear el balón". Y así hizo.

"Tiempo después descubrí que otras personas se habían caído del mismo lugar y habían muerto. Yo sé que Dios salvó mi vida aquel día", concluyó la deportista.

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