Miles de japonesas se han revelado contra los convencionalismos sociales y han dicho basta a los zapatos de tacón que están obligadas a lucir diariamente en el trabajo, constreñidas por los estrcitos códigos de etiqueta existentes en el país asiático.

Al más puro estilo #MeToo americano y hartas del sufrimiento que les provoca el uso constante de esta prenda, las niponas han alzado la voz y han emprendido una lucha feminista para desterrar esta dolorosa costumbre del acervo cultural japonés bajo el lema #KuToo.

La precursora de esta cruzada contra los tacones, que ya ha dado la vuelta al mundo, es la actriz nipona Yumi Ishikawa. Con un solo tuit, en el que explicaba los dolores que le producía este tipo de zapato, la joven desató de forma involuntaria una inesperada oleada de apoyos de sus compatriotas.

"Espero que algún día las mujeres podamos liberarnos de la costumbre de tener que llevar tacones al trabajo", escribió en su perfil de Twitter, donde recibió más de 100.000 muestras de solidariad en forma de retuits, 'Me gusta's y comentarios.

Esta publicación motivó que muchas mujeres quisieran compartir sus propias vivencias y expresasen protestas de la misma índoles, incluso mediante la publicación de fotografías de lesiones en sus pies producidas por el uso diario de tacones.

Actualmente, existe una petición en la plataforma change.org, creada por la propia Ishikawa, con el objetivo de acabar con la discriminación entre géneros por motivo de la vestimenta en las empresas. En su alegato, explica que los tacones dificultan su movimiento, le impiden correr y le producen dolor continuo en los pies.

También detalla que la etiqueta #KuToo viene de la combinación de dos términos japoneses: 'kutsu', que significa zapato en japonés, y 'kutsuu', que quiere decir dolor.

La actriz reclama que se ponga fin a esta diferenciación y a la tradición de emplear tacones debido a "su impacto en la productividad y en la salud".

Asimismo, denuncia que las mujeres están obligadas a utilizar zapatos de tacón por una cuestión de "buenos modales" y se pregunta si es una medida "realmente necesaria" y por qué los hombres no deben responder a un código similar.

Por el momento, la petición ya ha recabado más de 17.000 firmas, la mayoría recogidas durante la primera semana, y aspira a alcanzar las 25.000. Por su parte, Ishikawa anima a participar a través de Twitter.

Uno de los problemas provocados por el uso prolongado de los zapatos de tacón es el aumento de la cantidad de peso corporal que debe soportar la parte delantera del pie, que pasa de un 40% al ir descalzo al 75% cuando se usa un talón de seis centímetros.

Asimismo, subirse a más de cuatro centímetros de tacón a diario puede causar juanetes a corto plazo y problemas de rodilla y de espalda si el uso se prolonga en el tiempo.