La edad es solo un número para Edna Martin y su marido Simon. Quizás el hecho de que se lleven entre ellos cuatro décadas puede ser poco convencional para algunos, pero Edna afirma que la llama entre ellos permanece viva. Catorce años de matrimonio y su amor parece intacto... con pellizquitos en el culo y todo.

"Somos tan ardientes en la cama como cualquier pareja de enamorados", recalca ella que tiene 83 años y es abuela de cuatro niños.

"A menudo nos paramos por la calle y nos besamos. Me gusta pellizcarle el trasero a Simon en el supermercado y él me acaricia la parte de atrás del sujetador cuando estamos haciendo cola para pagar", revela Edna sobre su marido, de 44 años. "Simplemente hacemos lo mismo que dos personas enamoradas".

Lo suyo "fue amor a primera vista", tal y como lo describen sus protagonistas. Edna, una ingeniera jubilada, conoció a Simon en 2002 y se casaron en 2005 cuando ella tenía 70 años y el 32. Una década después, en 2015, renovaron sus votos matrimoniales.

Ambos padecen problemas de salud: Simon tiene dislexia, dispraxia y síndrome de Asperger, y se vio obligado a dejar su carrera musical después de desarrollar diabetes tipo dos y someterse a un trasplante de riñón. Edna, por su parte, tiene problemas de movilidad, pero lo único que le importa es que su amor crece cada día más.