Como si de Charlie y la fábrica de chocolate se tratase, la heredera multimillonaria Marlene Engelhorn ha creado en Austria un concurso para repartir su fortuna que promete cambiarle la vida a miles de personas y atraer mucha expectación.
En 2022, Engelhorn saltó a la fama tras revelar que quería renunciar a la herencia de su abuela. Unos 25 millones de euros que, además, no iban a ser sometidos al impuesto de sucesiones, ya que no existe en Austria desde 2008.
Desde entonces, ha fundado la iniciativa Tax Me Now, para obligar al gobierno a cambiar su política sobre las herencias, y ha lanzado un evento para decidir cómo repartir el dinero que le dejó su abuela.
"Si los políticos no hacen su trabajo y redistribuyen, entonces tendré que redistribuir mi riqueza yo misma", ha declarado en un comunicado donde ha explicado cómo piensa llevar a cabo esta complicada tarea.
En los últimos días, 10.000 habitantes austriacos aleatorios de entre 16 y 50 años han sido elegidos, por carta, para formar parte del experimento del que, al final, se elegirán 50 personas.
Este grupo, que representará todos los estratos de la sociedad, deberá reunirse en Salsburgo de marzo a junio este año y decidir conjuntamente qué soluciones que sirvan para el desarrollo de la sociedad se puede hacer con el dinero. Marlene no tendrá nada que ver con la decisión, pero esta tendrá que ser unánime.
"Mucha gente lucha por llegar a fin de mes con un trabajo a tiempo completo, y paga impuestos por cada euro que gana trabajando. Lo veo como un fracaso de la política, y si la política fracasa, los ciudadanos tienen que arreglárselas solos", ha declarado Marlene, que asegura que no ha tenido que trabajar ni un solo día de su adultez.
Con 31 años, forma parte de una de las familias más ricas de su país, vinculada a los negocios de la empresa del sector químico BASF, y es consciente que será capaz de seguir viviendo con las rentas de esta empresa.
Según Forbes, el patrimonio de su abuela estaba valorado en más de cuatro mil millones de dólares y el objetivo de Marlene es deshacerse del 90% de ese dinero para "dejar de formar parte del 1%" y salir del "gueto dinástico de ricos" al que pertenece.
Eso sí, si los participantes no son capaces de decir cómo usar correctamente los 25 millones de euros, la herencia volverá a Marlene. De momento, ella va a invertir parte en costear el viaje y la residencia de los elegidos, que se estima que serán 1.300 euros por persona y fin de semana de trabajo.
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