Zeus, un gran danés, es el perro más alto del mundo 

Zeus, el perro más alto del mundo.
Zeus, el perro más alto del mundo.
Guiness World Records
Zeus, el perro más alto del mundo.

Al igual que los humanos, hay perros de todos los tamaños. Puede llegar incluso a parecer increíble que muchos de ellos sean de la misma especie, pero es así. Y el Récord Mundial de los Guinness ya ha confirmado cuál es el perro vivo más alto del mundo.

Se trata de Zeus, un gran danés americano que reside en Bedford (Texas, Estados Unidos). Tiene tan solo dos años y ya es el perro vivo más alto del mundo, con una altura de 1,046 metros en cuatro patas, pesando además 90 kilogramos.

Zeus llegó a su hogar con ocho semanas porque su cuidadora, Brittany Davis, soñaba con tener un gran danés y su hermano lo consiguió a través de un amigo. Era el cachorro más grande de una camada de cinco, y así lo recuerda la chica: "Ha sido un perro inmenso desde que lo tenemos, incluso cuando era un cachorro. Tenía unas patas enormes".

Zeus, el perro más alto del mundo, y su cuidadora.
Zeus, el perro más alto del mundo, y su cuidadora.
Guiness World Records

A pesar de su imponente altura, Zeus es un perro muy tranquilo. Brittany asegura que se hace amigo de cualquier tipo de perro, lo que hace posible que conviva con otros tres perros, en este caso pastores ovejeros australianos. Le apasiona jugar y luchar con ellos, al igual que con sus vecinos. Le gusta saltar patios para jugar con otros perros. También es capaz de compartir espacio con Penélope, una gata, aunque se suelen mantener alejados. 

A pesar de esa tranquilidad, algunas veces hace travesuras que por su tamaño son más fáciles de percibir. "Le gusta robar el chupete del bebé y cualquier comida que se deje en la isla de la cocina. Definitivamente, tiene camino libre para tomar lo que desea", dice Brittany.

Zeus suele tomar seis tazas de comida para perros de raza grande por la mañana y otras seis por la tarde. Así ha conseguido su gran altura, que llega a confundir a la gente. "El comentario que más oímos es '¡Vaya, qué caballo!', '¿Puedo montarlo?' o '¿Tiene silla de montar?'", dice entre risas Davis.

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