En todos los rincones del planeta siempre hay alguien que tiene que destacar por encima de los demás. Y así ha pasado en Gatwick (Reino Unido), donde un espontáneo decidió colocar en el aeropuerto un cartel que decía 'Bienvenidos a Luton', una ciudad situada a unos 100 kilómetros. 

Los pasajeros que se bajaban de sus vuelos y veían el cartel se alarmaban, ya que esta broma les hizo creer que habían cogido mal su vuelo y no habían llegado a su ciudad de destino. "Me quedé en estado de pánico", le comentó una chica a BBC News.

Ahora, el bromista, llamado Max Fosh, ha asumido la responsabilidad de esta broma de mal gusto y se ha disculpado por si "alguien se ha sentido seriamente abrumado".

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Fosh, cuyas bromas anteriores han incluido la irrupción en la Convención Internacional de Seguridad y el servicio de animales muertos en la carretera a críticos gastronómicos desprevenidos, confesó su idea durante una aparición en un programa de radio. 

"Mi trabajo es hacer vídeos y estos consisten en hacer cosas tontas, para poner una sonrisa en la cara de la gente. Me alegro de que este truco haya tenido éxito", comenta el humorista.

Al revelar cómo llevó a cabo la broma, Fosh añadió: "Fui a llamar a las puertas de los campos próximos a Heathrow y Gatwick y una encantadora pareja me dijo: 'sí, tenemos un terreno de 80 metros de largo que no utilizamos', así que dije: 'genial, ¿puedo sacar mi lona y empezar a clavar clavijas en el suelo?'".

Además, el cómico tiene permiso para que el cartel permanezca en su sitio durante seis semanas, y ha aconsejado a todo aquel que vuele a Gatwick durante ese tiempo que "eche un vistazo por su ventanilla izquierda", ya que deberían verlo unos 90 segundos antes de aterrizar.