Las imágenes de Google Maps llegan a casi todos los rincones del planeta, al menos allá donde haya un camino, por pequeño y poco transitado que sea. Es el caso de la pista que lleva a Matandrino, una aldea abandonada a las afueras de  la localidad de Prádena. 

Entre las nueve viviendas del lugar, además de su derruida capilla, pueden verse en las imágenes del conocido navegador, personajes escalofriantes que estaban allí cuando las cámaras pasaron. 

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Una mujer vestida de negro a la que no se le ve el rostro, dos personas con ropas antiguas charlando en una ventana, una mujer confesando con un sacerdote, un hombre de negro cutodiando unos botijos o un niño vestido de blanco jugando con piedras, además de un grupo de amigos brindando en medio de una pradera. 

Son algunas de las figuras que quedaron para siempre inmortalizadas en Google Maps, más llamativo que nunca ahora que la aldea ha salido a la venta. 

Las casas y los 5.000 metros cuadrados de este lugar, cercano a Sepúlveda o Pedraza, se venden por 100.000 euros en SegoDomus Gestiones Inmobiliarias. 

Cabe recordar que hace tiempo que Google tiene abierto un programa de voluntarios por el que se les hace entrega de una mochila especial llena de cámaras y geolocalizada para que con ella a hombros registren y graben caminos por los que los coches no pueden pasar. ¿Podrían ser estos personajes una ingeniosa iniciativa fruto del acuerdo de una de esas personas con gente de los pueblos vecinos?