Natasha Barnes, una joven residente en Sudáfrica, se ha hecho viral al compartir en Facebook la emocionante aventura que vivió hace unos días mientras salía a correr por la ciudad costera de Ballitoville en KwaZulu-Natal.

Acompañada por su grupo de amigos, estaba recorriendo los siete kilómetros que hacen cada sábado cuando atisbó una gran pitón en apuros atrapada en una valla eléctrica. El animal estaba recibiendo grandes descargas y no podía escapar de la reja.

Al principio pensaron que estaba muerta, pero tras un rato observando pudieron comprobar que aún luchaba por moverse. "Tuvimos que actuar rápido porque cada vez estaba más débil". 

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Se trataba de una pitón africana de roca, una especie que está "en grave peligro de extinción", por lo que sabían que era esencial salvarla. Llamaron al dueño de la granja que tenía la valla y entre todos consiguieron salvarla. 

"Hoy hemos salvado el mundo", confesaba en su cuenta de Facebook junto al vídeo donde explicaba el proceso de rescate del grupo de corredoras: "Hemos hecho algo que marca la diferencia".

El dueño de la granja cortó la electricidad de la valla y rompió el alambre para darle más hueco y que, poco a poco, la gran serpiente de tres metros pudiera desplazarse y huir. 

En esos dramáticos momentos, también acudieron a Nick Evans, experto local en septiembre que las asistió por teléfono en todo momento y les explicó que la pitón no era venenosa y que raramente atacaba a los humanos. 

"Fue muy importante salvar a este bello y gran espécimen. Esperemos que tenga una buena vida y que haya aprendido a evitar las vallas eléctricas", ha declarado Evans. "Fue muy alentador ver que este grupo se preocupaba tanto. Veo mucha crueldad hacia las serpientes todos los días. Ver que la gente se desvive por ellas, con tanta determinación, fue brillante".