El jugador profesional de Guitar Hero, Schmooey, se ha visto obligado a pedir disculpas después de que descubrieran que, durante años, había estado haciendo trampas en sus vídeos.

Este youtuber era considerado el mejor jugador de este título, apretando las teclas de la guitarra a una velocidad vertiginosa y haciendo, en su gran mayoría, un 100% de aciertos. Pero no solo superaba las canciones más difíciles e imposibles, sino que lo hacía con la velocidad de la canción multiplicada por cuatro.

Siendo un adolescente, Schmooey ya era un rostro reconocido en la comunidad de videojuegos y, como el mejor jugador de Guitar Hero del mundo, ganó dinero gracias a estos logros. Sin embargo, ahora todos estos reconocimientos se han convertido en decepción al descubrirse que hacía trampas.

Tal y como compartió el youtuber Karl Jobst, que explicó el caso en su canal, algunos de sus vídeos tenían un aspecto dudoso, con el youtuber jugando en plena oscuridad, imágenes que sufrían retrasos por supuestos fallos técnicos y momentos en los que, siendo precisos, sus dedos no tocaban las teclas que se reflejaban en la pantalla.

Todo ello parecía apuntar que algunos de sus vídeos -en concreto, la comunidad detectó unos 100- estaban manipulados: la imagen del juego no correspondía a la grabación de él jugando, sino que lo había cogido de otro jugador; o la canción estaba siendo jugada a velocidad normal y luego se había acelerado en edición.

Cuando otros jugadores y fans de Guitar Hero se percataron de todo, Schmooey lo negó inicialmente, pero terminó admitiéndolo. El youtuber confesó que algunos vídeos estaban falsificados, aunque aseguró que otros sí eran reales.

Tras la revelación, Schmooey publicó un vídeo de disculpa y, después, borró sus redes sociales y desapareció de la comunidad. Además, también devolvió las recompensas que había ganado a lo largo de los años.

En realidad él era muy bueno en Guitar Hero sin necesidad de trampas y, de hecho, había jugado en eventos, donde demostró en directo sus habilidades. Sin embargo, parece que su excesiva ambición le ha costado caro y desgraciadamente, ha tenido que desaparecer de la comunidad a la que tanto tiempo ha dedicado.