Georgy Makarov es un joven ruso aficionado a la restauración de coches por tradición familiar, pues su padre lleva haciendo eso casi 40 años. Además, tiene otras pasiones, como las alfombras y los coches soviéticos. 

El proyecto Alfombras fue su forma de unir todo eso. Se trata de un coche VAZ 27011 (en Europa esta marca rusa se conoció como Lada) de 44 años que tenía un amigo de Georgy. 

El vehículo, todo un símbolo de la Unión Soviética, estaba muy oxidado así que cuando se planteó restaurarlo pensó que podría hacerlo con otra de las pasiones de la época soviética: las alfombras persas. 

El resultado es un turismo completamente forrado por alfombras, funcional y que triunfa allá por donde pasa y en redes sociales. 

"Para mí, son cosas inseparables", explicaba sobre sus pasiones en Instagram, "así que las conecté en un solo auto. Ahora es un objeto de arte, un monumento histórico y solo un medio de transporte", hacía ver. 

"Durante dos meses estuve buscando alfombras por todo Moscú y las compré en diferentes lugares. Luego trabajé con el auto durante un mes y medio más", explicaba sobre el proceso de creación del automóvil. 

"Sabe todo sobre Zhiguli", dice de sí mismo este joven enamorado de esa marca de vehículos y que volvió a nacer en uno de ellos cuando sufrió un terrible accidente mientras conducía un modelo similar que tuvo en el pasado.