Felicitaciones navideñas que llegan al corazón

Una de las tradiciones más arraigadas en estas fechas previas a la Navidad es el envío de tarjetas, una costumbre que se remonta a la Edad Media, cuando algunos monjes dibujaban pequeños grabados que luego vendían a las personas que iban a visitarlos coincidiendo con estos días. Pero fue un poco más tarde, a finales del siglo XVII, cuando el pintor inglés W. Dobson elaboró la que es considerada la primera postal navideña "oficial', que representaba una familia con el árbol de Navidad y un paisaje de invierno de fondo.

Desde entonces han pasado muchos años, pero la costumbre permanece. "En una época donde las redes están presentes en todos nuestros actos cotidianos, donde las cartas en papel solamente perduran para los nostálgicos, parece que las postales de Navidad están sobreviviendo a esta realidad y a la vorágine de la mensajería rápida e inmediata", explica María José Illa, profesora de sexto de Primaria del colegio Zalfonada de la capital aragonesa.

Postales que simbolizan muchas cosas, entre otras, el cariño que sentimos por las personas que queremos y que en estos días navideños se intensifica más si cabe, sobre todo cuando, como este año, será más complicado verlas y pasar unos día con ellas, sobre todo si viven fuera de nuestra provincia o de nuestra ciudad. "Quién regala una postal hecha a mano no solo regala buenos deseos sino que también regala tiempo, ese tesoro tan preciado. La persona que la recibe sabe que allí se encierran muchos sentimientos, ilusión, cariño, arte. El hacer una postal de Navidad también implica imaginación pues puede suponer un instrumento muy fácil para que nuestros niños y niñas desarrollen su creatividad y para ello debemos perder el miedo a la perfección pues precisamente en la imperfección está el verdadero arte", apunta Illa.

"Hay que perder el miedo a la perfección, pues en la imperfección está el verdadero arte"

Y con este consejo os animamos a que echéis a volar vuestra imaginación y solos o con ayuda de vuestros familiares, diseñéis una bonita y original postal que podréis enviar a vuestros amigos, abuelos, tíos, primos o vecinos. Para ayudaros en la tarea os proponemos tres modelos.

Postales para todos los gustos

M. J. Illa

Con material reciclado

En estos días tan especiales os animamos a hacer una original postal siguiendo la filosofía de las 3 R (reducir, reutilizar y reciclar). Para ello aprovecha cualquier cartulina que tengas en casa, pégale un folio encima y dibuja. También puedes coger esa misma cartulina u hoja ya escrita y haz con ella pequeñas manualidades en forma de guirnaldas o árbol navideño y pégala en una cartulina nueva. El resultado merece la pena y, además de felicitar las fiestas, contribuirás a poner tu granito de arena para salvar el planeta.

M. J. Illa

Con papel de periódico

"El papel de periódico se puede utilizar para hacer los adornos que utilicemos para decorar la postal. También puedes emplear multitud de materiales, como botones, tapones de botellas o 'chuches', que se pueden convertir en muñecos de nieve o en bolas para decorar el árbol que hayamos dibujado en la postal", explica Illa.

M. J. Illa

Con lápices de colores

Para hacer estas postales se pueden utilizar lápices y pinturas de todo tipo: ceras, témperas, acuarelas, rotuladores y papeles de todos los tonos y grosores, aunque dependiendo del tipo de postal y el dibujo que elijamos destacará mucho más en un folio o cartulina en tonos claros.

Lo importante, según María José Illa, es dejar que los chicos diseñen sus propios modelos, recurriendo a la imaginación, y que dibujen libremente y experimenten con distintos materiales, porque como decía Picasso: “Me tomó cuatro años pintar como Rafael, pero me llevó toda una vida aprender a dibujar como un niño”.

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