La odisea viral de un escritor que se quedó encerrado en su terraza solo con unos calzoncillos puestos

Jordi Llobregat con los invitados de Torrent Històrica, la charla a la que tenía que acudir como moderador.
Jordi Llobregat con los invitados de Torrent Històrica, la charla a la que iba como moderador.
JORDILLOBREGAT / TWITTER
Jordi Llobregat con los invitados de Torrent Històrica, la charla a la que tenía que acudir como moderador.

A veces, los retrasos en eventos, certámenes o charlas tienen un motivo de muchísimo peso, pero es posible que los asistentes nunca conozcan esta razón. Sin embargo, las personas que estuvieron en Torrent Històrica, un festival cultural de Torrente (Valencia), se han podido enterar de la odisea que ocasionó el retraso gracias al testimonio de su protagonista, el moderador Jordi Llobregat.

Este escritor acudió este sábado a Twitter para confesar qué había sucedido antes de la charla, que empezó 20 minutos más tarde por su culpa. "Ayer me quedé encerrado en mi terraza y vestía solo unos calzoncillos", tuiteó para comenzar su historia.

Y es que el autor debía recoger en el hotel a los novelistas invitados al evento, Jerónimo Tristante y Félix Modroño, pero no llegó a tiempo porque se quedó encerrado en la terraza de su ático mientras la limpiaba.

"Como voy a usar la manguera, me pongo en calzoncillos y voy descalzo", aclaró. Al intentar salir se percató de que la puerta de la terraza estaba cerrada y, además, su novia se acababa de ir a comprar, por lo que se quedó solo en casa.

En menos de una hora empezaba el evento, que se emitía en directo, y él estaba encerrado sin móvil, semidesnudo y con dos escritores esperándole. Pero, afortunadamente pudo ponerse un bañador y unas chanclas que tenía en una caseta.

"Contigua a mi terraza se halla la terraza comunitaria y una endeble puerta que da a la escalera de la finca. Solo tengo que saltar un muro de 3 metros", explicó, aunque no fue tan sencillo hacerlo como decirlo.

Tras darse cuenta del impedimento que era sus kilos sobrantes y rasparse la barriga con la pared, logró llegar al otro balcón y abrir la puerta de una patada para entrar al edificio, pero seguía incomunicado y sin poder entrar a casa a por ropa o el móvil.

Decidido a buscar a su pareja, Jordi Llobregat se recorrió los supermercados de la zona -en pleno otoño solo iba vestido con unas chanclas y un bañador- y fue perseguido por los vigilantes de seguridad de cada tienda. Pero, además, en tiempos de Covid, tampoco llevaba mascarilla.

Después, tras visitar a la abuela de su novia y que no le respondieran y comprobar otro supermercado, acude corriendo a un local en el que se encuentra su hermano, gracias al cual pudo llamar finalmente a su pareja para que viniera a recogerle y le trajera ropa.

"Cuando ya debería estar en Torrent, llega mi pareja con el coche. Mascullo una explicación mientras me visto en la calle. Ella duda si ha sido buena idea firmar los papeles de pareja de hecho. El móvil está lleno de llamadas y mensajes", continúa su historia.

Pero entonces, el destino demuestra que no está de su parte al verse en un atasco. Consigue acceder al hotel por otro lado, pero se lo pasa y termina aparcando lejos de él, así que vuelve a correr hacia allí, aunque esta vez no con bañador y chanclas, sino con chaqueta y zapatos.

Tras 45 minutos esperándole, finalmente recoge a Félix Madroño, aunque no a Jerónimo Tristante, pues ya se había marchado por su cuenta. "Llegamos a Torrent. Me colocan el micro. Subo al escenario con los demás. 3, 2, 1... Empezamos la charla. Mientras hablamos, sonrío. Increíble. ¡Estamos aquí! 20 minutos tarde sobre la hora, pero aquí. No me lo creo. Entonces me doy cuenta. ¡No llevo calzoncillos!", concluye Jordi Llobregat.

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