A veces, los retrasos en eventos, certámenes o charlas tienen un motivo de muchísimo peso, pero es posible que los asistentes nunca conozcan esta razón. Sin embargo, las personas que estuvieron en Torrent Històrica, un festival cultural de Torrente (Valencia), se han podido enterar de la odisea que ocasionó el retraso gracias al testimonio de su protagonista, el moderador Jordi Llobregat.
Este escritor acudió este sábado a Twitter para confesar qué había sucedido antes de la charla, que empezó 20 minutos más tarde por su culpa. "Ayer me quedé encerrado en mi terraza y vestía solo unos calzoncillos", tuiteó para comenzar su historia.
Y es que el autor debía recoger en el hotel a los novelistas invitados al evento, Jerónimo Tristante y Félix Modroño, pero no llegó a tiempo porque se quedó encerrado en la terraza de su ático mientras la limpiaba.
Para relajarme, antes de ir a por ellos, decido limpiar la terraza de mi casa. Tras las últimas lluvias está fatal. Vivo en un ático, en una finca de ocho alturas. Como voy a usar la manguera, me pongo en calzoncillos y voy descalzo.
— Jordi Llobregat (@JordiLlobregat) November 29, 2020
"Como voy a usar la manguera, me pongo en calzoncillos y voy descalzo", aclaró. Al intentar salir se percató de que la puerta de la terraza estaba cerrada y, además, su novia se acababa de ir a comprar, por lo que se quedó solo en casa.
En menos de una hora empezaba el evento, que se emitía en directo, y él estaba encerrado sin móvil, semidesnudo y con dos escritores esperándole. Pero, afortunadamente pudo ponerse un bañador y unas chanclas que tenía en una caseta.
Siento crecer el pánico. Estoy solo, semidesnudo, sin móvil, sin nada… 2 escritores me esperan en un hotel. Un montón de gente nos espera en Torrent (una localidad a 15 km de Valencia). ¡Y no puedo avisar a nadie! El evento se emite en directo en menos de una hora.
— Jordi Llobregat (@JordiLlobregat) November 29, 2020
"Contigua a mi terraza se halla la terraza comunitaria y una endeble puerta que da a la escalera de la finca. Solo tengo que saltar un muro de 3 metros", explicó, aunque no fue tan sencillo hacerlo como decirlo.
Tras darse cuenta del impedimento que era sus kilos sobrantes y rasparse la barriga con la pared, logró llegar al otro balcón y abrir la puerta de una patada para entrar al edificio, pero seguía incomunicado y sin poder entrar a casa a por ropa o el móvil.
Vale. Descubro por primera vez (durante la próxima hora serán más) que mis quince kilos extras son un lastre. Me encaramo de forma humillante por la pared dejándome unas ristras de piel del estómago y caigo al otro lado como un hipopótamo cojo.
— Jordi Llobregat (@JordiLlobregat) November 29, 2020
Decidido a buscar a su pareja, Jordi Llobregat se recorrió los supermercados de la zona -en pleno otoño solo iba vestido con unas chanclas y un bañador- y fue perseguido por los vigilantes de seguridad de cada tienda. Pero, además, en tiempos de Covid, tampoco llevaba mascarilla.
Me levanto la camiseta sucia y sudada para taparme la nariz, lo que hace que asome mi ombligo. La cajera a la que me dirijo me mira alarmada. Le farfullo que busco a mi pareja. Ella llama a seguridad.
— Jordi Llobregat (@JordiLlobregat) November 29, 2020
Después, tras visitar a la abuela de su novia y que no le respondieran y comprobar otro supermercado, acude corriendo a un local en el que se encuentra su hermano, gracias al cual pudo llamar finalmente a su pareja para que viniera a recogerle y le trajera ropa.
Plan D o E o Z… He perdido la cuenta. Recuerdo, de pronto, que mi hermano está en el local del grupo scout. Él tiene móvil y, más importante, el número de mi pareja. Está a unos 8 minutos andando. Otra vez a correr. Las chanclas empiezan a romperse.
— Jordi Llobregat (@JordiLlobregat) November 29, 2020
"Cuando ya debería estar en Torrent, llega mi pareja con el coche. Mascullo una explicación mientras me visto en la calle. Ella duda si ha sido buena idea firmar los papeles de pareja de hecho. El móvil está lleno de llamadas y mensajes", continúa su historia.
Cuando ya debería estar en Torrent, llega mi pareja con el coche. Mascullo una explicación mientras me visto en la calle. Ella duda si ha sido buena idea firmar los papeles de pareja de hecho. El móvil está lleno de llamadas y mensajes. Salto al coche. Mierda. Me estoy meando.
— Jordi Llobregat (@JordiLlobregat) November 29, 2020
Pero entonces, el destino demuestra que no está de su parte al verse en un atasco. Consigue acceder al hotel por otro lado, pero se lo pasa y termina aparcando lejos de él, así que vuelve a correr hacia allí, aunque esta vez no con bañador y chanclas, sino con chaqueta y zapatos.
Me las apaño para entrar por otro lado. Cuando llego a la calle del hotel, con las prisas, me lo paso por mucho. El hotel está al principio de la calle y yo, desesperado, dejo el coche sobre la acera al ¡FINAL de la misma! Vuelvo a correr, esta vez con chaqueta.
— Jordi Llobregat (@JordiLlobregat) November 29, 2020
Tras 45 minutos esperándole, finalmente recoge a Félix Madroño, aunque no a Jerónimo Tristante, pues ya se había marchado por su cuenta. "Llegamos a Torrent. Me colocan el micro. Subo al escenario con los demás. 3, 2, 1... Empezamos la charla. Mientras hablamos, sonrío. Increíble. ¡Estamos aquí! 20 minutos tarde sobre la hora, pero aquí. No me lo creo. Entonces me doy cuenta. ¡No llevo calzoncillos!", concluye Jordi Llobregat.
Llegamos a Torrent. Me colocan el micro. Subo al escenario con los demás. 3, 2, 1… Empezamos la charla. Mientras hablamos, sonrío. Increíble. ¡Estamos aquí! 20 minutos tarde sobre la hora, pero aquí. No me lo creo. Entonces me doy cuenta. ¡No llevo calzoncillos! pic.twitter.com/RIwjfUnruR
— Jordi Llobregat (@JordiLlobregat) November 29, 2020
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