Acude al hospital tras pensar que había engordado durante el confinamiento y da a luz de repente

Una mujer embarazada en una imagen de archivo
Una mujer embarazada en una imagen de archivo.
Patricia Sillero
Una mujer embarazada en una imagen de archivo

El confinamiento ha hecho que muchas personas aumenten de peso. La falta de actividad y la ansiedad por el encierro ha provocado que algunos ciudadanos abran demasiado la nevera. Tasha Davies, una británica de 28 años, pensó que era una más de ellos, pero cuando acudió al médico por un dolor abdominal descubrió que estaba a punto de aumentar la familia.

Según contó al diario inglés Mirror, no tuvo ningún síntoma de embarazo, ni vómitos ni interrupción de la menstruación, por lo que pensó que había aumentado de peso a causa de la cuarentena: "Estuve trabajando muchas horas desde casa, comí mucho y no fui al gimnasio ni hice ningún ejercicio".

De repente, un día sintió un dolor abdominal intenso y visitó a su médico para ver qué le sucedía. "Las enfermeras me preguntaron si estaba embarazada y yo respondí que no", confesó. Pero entonces le hicieron la prueba y vio que sí que lo estaba.

"Estábamos en shock absoluto cuando llegó", aseguró, pues el pequeño, que pesó 4,28 kilos y se llamó Alexander, nació horas después. Pero parece que llegó en el momento oportuno, pues Tasha Davies y Martin Hern, el padre del niño, acababan de comprar una casa.

"Me fui a la cama y pensé que iría a comprar el lavavajillas al día siguiente", contó el hombre. "Pero, en cambio, fui al hospital y me enteré que iba a tener un niño". Ambos tuvieron que prepararse para ser padres a toda prisa y, mientras ella estaba en el hospital, él fue a comprar ropa, pañales y demás objetos necesarios para darle la bienvenida.

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