Lo cumpleaños a veces se pueden descontrolar, y más si lo que se celebra es un paso de década. Los 30 suelen ser un cambio de cifra muy alocado, porque se deja atrás la juventud de los 20 y empieza la etapa más adulta. Por ello, a muchas personas la fiesta se les va de las manos y terminan haciendo locuras que pueden traer consecuencias.
Dimitry Prigorodov, un banquero de Moscú, es uno de ellos. Un joven que quiso festejar por todo lo alto su 30º cumpleaños y alquiló una casa de campo con piscina para celebrarlo. Invitó a sus amigos, compró alcohol y, todo unido, desembocó en un pequeño desastre provocado por una mala decisión.
Lo que podría haber sido una velada relajante en la piscina se convirtió en una explosión para cambiar de década como Dios manda, aunque lo que explotó fue la barandilla de hierro y cristal de la piscina. Porque al cumpleañeros no se le ocurrió otra cosa que saltar por una ventana de la piscina para intentar caer dentro del agua.
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Sin embargo, este banquero no calculó bien o se olvidó por completo de la existencia de la barandilla, porque cayó de lleno sobre ella y se golpeó en el pecho contra el acero del borde y rompió el vidrio del que estaba hecho.
Tal y como declaró el accidentado a Unilad, sufrió un desgarro en los ligamentos y una fuerte contusión en el pecho, además de que, posiblemente, tendría que pagar el desperfecto.
Aunque lo sucedido fue bastante serio, como se puede ver en el vídeo grabado por sus amigos (cómo no, tenían que inmortalizar esa hazaña), afortunadamente no pasó nada más grave.
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