Se llama Duncan Hunter, es congresista republicano por California, y le han pillado. Estaba usando los fondos de la campaña para sus propios gastos. Vacaciones, sexo y, aquí está lo que nos interesa del caso, videojuegos; en todo eso se lo estaba gastando.

Hunter se ha declarado culpable por malversar más de 150.000 dólares de fondos de campaña. No le ha quedado otra. En un principio, el político culpó a su esposa, que se había encargado de la tesorería de la campaña.

"El político culpó a su esposa, como tesorera de la campaña, y ésta se vengó contándolo todo"

Ella se declaró culpable, pero luego se vengó diciendo la verdad. O sea, testificando contra su marido y destapándolo todo. El congresista de los EE UU llevaba dos años negando los hechos.

Cuentan los medios norteamericanos que la investigación de las finanzas de Duncan Hunter, iniciada en 2016, muestra que el matrimonio se gastó esos miles de dólares de la campaña en todo tipo de cosas. Entre ellas, videojuegos. Hunter se compró juegos por valor de 1.300 dólares; todos en Steam.

"No se trata de un caso de mala gestión o de errores contables. Duncan Hunter se quedó con un dinero que no le pertenecía y lo usó para su propio beneficio. Por eso, se le ha hecho responsable", ha dicho la fiscal adjunta, Emily Allen.

Tras su confesión, Hunter podría pasarse hasta cinco años en prisión, en el peor de los casos, por un delito de malversación de fondos. Los mejores escenarios para él son pasar esos años pero en libertad condicional, una multa, arresto domiciliario o incluso servicio comunitario. La sentencia de su caso se conocerá en marzo.

El congresista ha dicho a los periodistas que dimitirá, pero de momento ni lo ha hecho ni ha anunciado fecha para hacerlo.