Aquí, al igual que la tortilla con o sin cebolla, muchos son de churros y otros cuántos de porras. Estas ruedas de masa frita tan populares para desayunar, merendar o para terminar por todo lo alto una noche de fiesta se comen solas con un poco de azúcar espolvoreada y una taza de chocolate caliente para mojar. A la churrería la Ermita de Leganés esto se le queda corto y venden porras rellenas saladas, una bomba dulce-salada que los más atrevidos mojan en chocolate caliente aún así.
Porras saladas rellenas
A primera instancia, es chocante pero al final se trata simplemente de utilizar la porra como si fuese un montadito. En la churrería la Ermita ubicada en la calle del Alcalde Pedro González González, 13, venden dos tipos de porras saladas. Por una lado, la porra mixta que como su nombre culinario indica, es una porra con jamón y queso. Por otro lado, con un relleno muy español, la porra serrana con jamón ibérico y tomate triturado. El precio de la porra rellena es de 1,90 euros.
Para seguir infartando a los más puristas del churro y la porra, este establecimiento también ofrece "salchichurros". Al igual que las salchipapas típicas de los puestos de las ferias, la Ermita ofrece una plato de minichurros con rodajas de salchicha y salsas.
La inventiva de los churros
No es el primer sitio en Madrid en ponerse creativo con los churros o porras. Las recetas tradicionales como las croquetas o los platos más aclamados como las hamburguesas se prestan como juguetes culinarios. Lo mismo pasa con los churros, que además es una elaboración muy sencilla de harina. En Madrid son varios los lugares con modernas propuestas (y otras más cuestionables):
Schotis. Se define como "neocastiza" ofrece churros personalizados con una variedad de coberturas (chocolate negro, blanco, té matcha...) y toppings (oreo, avellana, galletas...). Calle Santa Engracia, 55.
Churrocks. similar al concepto anterior, churros personalizables con toppings servidos en unas cajitas que llevan incorporadas el chocolate caliente. Calle de Gravina, 3.
Chirusa Experimetnal. Como su nombre indica, en esta pastelería les gusta experimentar, ofrecen churros con diferentes dips como de queso pecorino. Calle Castelló, 5.
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