Cinco tortillas deliciosas para hacer en casa y no son de patata

Con o sin cebolla, con queso, francesa… Los huevos batidos se entienden bien con casi cualquier alimento y admiten mil y una posibilidades para hacer tortilla. Si buscas un plato diferente, pon un poco de originalidad a la clásica receta. 

Tortilla de espinacas
Tortilla de espinacas
Getty Images/iStockphoto
Tortilla de espinacas

Es una de nuestras señas gastronómicas y mira que tenemos muchas. Con o sin cebolla, la tortilla de patata es un emblema de la cocina de España y, de hecho, le dicen tortilla española, especialmente fuera del país. Es una delicia, el colmo de la sencillez, y nos gusta a todos.

De Norte a Sur, del Cantábrico al Mediterráneo, de Barcelona a Madrid, la tortilla de patata es un básico del recetario. Se hace en todas partes y gusta a todos… más allá de la eterna disputa sobre si es con o sin cebolla.

Pero los huevos batidos admiten mil y una posibilidades para hacer tortillas. Amigables y receptivos, los huevos se mezclan bien con casi todo. Podemos inventar mil maneras de hacer una tortilla, pero aquí van cinco ejemplos para hacer en casa y ninguna lleva patata.

Tortilla de espinacas

La elaboramos con huevos, espinacas, cebolla y pimientos. Tan sencillo como hacer un sofrito con cebolla y pimientos. Cuando esté le añadimos las espinacas y rehogamos. Batimos los huevos en un bol. Cuando las verduras se enfríen un poco, las añadimos al bol. Mezclamos y cuajamos.

Tortilla de morcilla

Tortilla de patata con morcilla.
Tortilla de patata con morcilla.
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El embutido se entiende muy bien con el huevo batido. Del jamón cocido a la chistorra, pasando por la morcilla, que es la que hacemos esta vez, junto a los huevos y un poco de pan frito. Freímos la morcilla en rodajas. Quitamos el exceso de grasa y freímos el pan troceado. Batimos los huevos y añadimos la morcilla (sin piel) y el pan. De vuelta a la sartén, cuajamos con unas gotas de aceite al punto que nos guste. 

Tortilla de sardinillas

No todo va a ser atún (que nos encanta). Necesitamos sardinillas en conserva y los huevos, pero le podemos sumar alguna hierba, aceitunas negras, ajetes o tomate seco. Escurrimos el aceite de las sardinillas y las mezclamos con alguna hierba (perejil, orégano, tomillo, albahaca...), aceitunas negras o tomates secos y algo de picante de nuestro gusto. Nada de sal (ya lleva la conserva). Batimos los huevos y cuajamos.

Tortilla de calabacín

Tortilla de calabacín y queso feta.
Tortilla de calabacín.
 iStock

Operamos como si el calabacín (en rodajas) fuera patata, pero le añadimos cebolla, queso (feta, parmesano, brie…) y los huevos, claro. En la sartén, cocinamos el calabacín y la cebolla con unas gotas de aceite de oliva. Batimos los huevos y añadimos la verdura ya hecha junto al queso, una pizca de sal y pimienta al gusto.

Tortilla de legumbres

Solo necesitamos un bote de legumbre ya cocida (van mejor el garbanzo y la alubia) y algo de sabor de la mano de un poco de salchicha, chistorra, morcilla o butifarra. Escurrimos la legumbre y la rehogamos en la sartén con un poco de aceite y la 'chicha' que hayamos elegido. Antes podemos sofreír un poco de cebolla. Luego escurrimos de grasa, mezclamos con los huevos batidos y cuajamos todo junto. 

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