La cocina de aprovechamiento es un excelente invento que todos deberíamos practicar. Esta costumbre tan loable de la cocina en España (que se lo pregunten a nuestras abuelas, que lo aprovechaban todo) no sólo consiste en no tirar la comida y darle una segunda oportunidad a las 'sobras', sino que se ha sofisticado de tal manera que nos permite crear recetas aún más ricas que la original.
En esta ocasión, de la mano de los expertos de KitchenAid y teniendo en cuenta que los higos están de plena temporada (maduran de julio a octubre), vamos a proponer una mermelada deliciosa a base de este fruto tan carnoso y dulce, que tiene muchas más posibilidades de las que nunca hemos podido imaginar.
Ingredientes de la mermelada de higos
- 225 g de higos secos black mission, sin pedúnculos
- 115 ml de vino tinto (sugerencia: pinot noir o similar. Puede ser blanco si te gusta más)
- 40 g de azúcar blanco
- 30 ml de zumo de limón recién exprimido
- Ralladura de limón
- 1 cucharadita garam masala (mezcla de especias originaria de la India, opcional)
- Una pizca de sal marina
- 1/4 cucharadita de cayena molida (opcional)
Cómo hacer mermelada de higos
- Pon los higos secos y el vino en la sartén. Cúbrela.
- Enciende el fuego a temperatura media y deja que los higos y el vino hiervan de 10 a 12 minutos aproximadamente, hasta que los higos se hayan ablandado. Apaga el fuego después.
- Añade el resto de los ingredientes a la sartén.
- Con una batidora tipo KitchenAid ve pasando las cuchillas unos segundos por cada higo hasta que se deshagan.
- Para finalizar, pasa la batidora por toda la mezcla que tienes caliente en la sartén hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Guarda la mermelada en un recipiente hermético y consérvala en la nevera o congélala.
- Si quieres darle un toque especial, añade a la mezcla de la sartén un cuarto de cucharadita de tomillo fresco.
Propiedades de los higos
Alimento de los atletas de la antigua Grecia por excelencia, los higos se han ganado la inmerecida fama de ser altamente calóricos. Sin embargo, no engordan tanto (65 cal por cada 100 g), y sí proporcionan una energía extraordinaria gracias a sus azúcares naturales, su fibra y sus minerales (en especial son ricos en potasio).
Efectivamente, como viene sucediendo desde tiempos del filósofo griego Platón, los higos están especialmente recomendados en las personas que practican algún deporte, puesto que se han demostrado sus propiedades para la recuperación tras el ejercicio, reduciendo los calambres musculares.
El efecto altamente saciante es otra de las ventajas con las que juegan los higos, que bien pueden ser sustitutos saludables y naturales de otros productos dulces mucho menos recomendables. En su versión fresca, pero también secos (deshidratados conservan todas sus propiedades aunque suben sus calorías), estos frutos contienen niveles elevados de fibra que favorece el tránsito intestinal, lo que los convierte en un laxante natural perfecto en caso de estreñimiento.
Los minerales que aporta esta fruta (en especial el calcio y el magnesio) y la vitamina B6 hacen que se recomiende consumir higos para mantener en buen estado el sistema nervioso, así como los huesos (gracias a la vitamina C antioxidante).
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