La calabaza (de plena temporada en España en otoño), el calabacín, la berenjena, el tomate, la zanahoria, el boniato o la remolacha son hortalizas cuya aportación culinaria va mucho más allá de disfrutarlas en un puré o como guarnición. Y es que muchos de estos vegetales que acostumbramos a degustar en platos salados contienen una base acuosa muy necesaria para mantener la esponjosidad en nuestros postres, además de azúcares naturales y un efecto saciante que acompaña a su perfil saludable. Con todas estas ventajas, utilizar las hortalizas en nuestras recetas dulces aportará al resultado final un sinfín de cualidades extra a tener en cuenta.
En bizcochos, en tartas o en formato mousse cremosa, así como preparadas en mermelada, (como el delicioso tomate raf) o en sorbete (el de pepino es una delicia), añadir vegetales proporcionará a tu postres un sutil toque dulce cargado de nutrientes, y muchos matices sorprendentes.
Zanahoria y calabaza, dos hortalizas perfectas para el postre
Las estrellas gastronómicas de los postres dulces, en lo que a vegetales se refiere, suelen ser tanto la zanahoria como la calabaza, con un sabor especialmente dulce esta última que otorga ese toque especial y diferente. Las zanahorias aportan yodo, vitamina A, vitamina E, fósforo, magnesio, calcio y betacarotenos. Además, este vegetal tiene propiedades diuréticas. Por lo que respecta a la calabaza, igualmente es rica en betacarotenos y antioxidantes como la vitamina C y E, además de licopeno, potasio, fósforo, magnesio y hierro. Dos joyas culinarias que además de nutrientes necesarios, nos aportarán matices extraordinarios en nuestros postres.
Como explica el chef Marc Lores al diario, "la lista de hortalizas que podemos utilizar en nuestras recetas dulces puede ser infinita. A mí me gusta combinar las verduras asadas o escalivadas al carbón con un requesón o un helado láctico. También van siempre súper bien con un poco de miel o un sirope de lácteos, y encima habremos conseguido un dulce muy saludable. Si queremos ir más allá, podemos probar a hacer pasteles de zanahoria con mascarpone, o sustituir la zanahoria por la calabaza o el boniato, con interesantes propiedades digestivas". A continuación, mostramos dos recetas, una a base de zanahoria y la otra elaborada con calabaza, para que podáis hacer en casa de manera muy sencilla.
Receta de bizcocho de calabaza
La carne de la calabaza nos permite incluirla en bizcochos, galletas, magdalenas… o combinarla con tarta de queso, por ejemplo. A continuación, te contamos cómo hace un bizcocho fácil de calabaza, como base para que después le añadas lo que consideres como topping.
Ingredientes del bizcocho de calabaza
- 300 g de calabaza pelada
- 100 g de mantequilla pura
- 2 yogures naturales con leche entera
- 3 huevos
- Un poco de azúcar
- 175 g de harina de repostería (con levadura incorporada)
- 50 g de maicena
- Esencia de vainilla
- Canela molida
- Una pizca de sal
Así se elabora el bizcocho
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- En una sartén, derretimos la mantequilla y reservamos.
- Engrasamos un molde con mantequilla y espolvoreamos un poco de harina.
- Metemos la calabaza picada en la picadora o el procesador de alimentos para trocearla fina.
- Mezclamos bien la carne de la calabaza con los dos yogures y reservamos.
- Batimos los tres huevos con el azúcar añadido hasta conseguir una textura esponjosa. Incorporamos la mantequilla que habíamos reservado y batimos un poco más.
- Añadimos la calabaza con yogur y mezclamos todo. Espolvoreamos por encima la harina con levadura, la maicena, la sal y la canela molida.
- Amasamos bien con ayuda de una espátula de madera, con movimientos envolventes.
- Volcamos la masa resultante sobre el molde previamente engrasado.
- Horneamos el preparado durante una hora a 180ºC.
- Cuando esté listo el bizcocho y la masa haya subido, dejamos enfriar un poco y desmoldamos.
- Ya tienes tu bizcocho listo para añadirle queso por encima, nata montada, queso crema tipo Philadelphia, helado de yogur griego… a gusto del consumidor y de su imaginación.
Receta fácil de 'carrot cake'
Un clásico ya de los postres, el famoso pastel de zanahoria o 'carrot cake', cuyo origen se remonta a la Edad Media en Europa, cuando se utilizaba esta hortaliza para los preparados más dulces. Aquí tenéis una receta muy sencilla para hacerlo en casa.
Ingredientes para el pastel de zanahoria
- 300 g de zanahorias peladas y lavadas
- 50 g de nueces
- 300 g de harina de repostería
- 100g de aceite de oliva virgen extra
- 4 huevos
- 150 g de azúcar
- Canela molida
- 250 g de queso crema tipo Philadelphia
- 300 ml de nata líquida para montar
- 100 g de mantequilla pura
- 200 g de azúcar glass
Elaboración del 'carrot cake' fácil
- Para la masa del bizcocho, trituramos las nueces y las zanahorias bien limpias y peladas.
- Mezclamos el resultado con los huevos y el aceite d oliva.
- Cuando tengamos todo bien ligado añadimos a la masa el azúcar y la canela molida, y batimos bien.
- Para finalizar, incorporamos la harina de repostería y volvemos a mezclar.
- Echamos la mezcla resultante sobre un molde y lo metemos al horno, que habremos precalentado previamente a 180 ºC. Mantenemos el preparado ahí durante unos 50 minutos, tiempo que dependerá de nuestras comprobaciones pinchando de vez en cuando para ver si está hecho.
- Montamos la nata líquida y la colocamos en un bol
- Batimos la mantequilla con el queso crema y el azúcar y batimos con ayuda de un procesador de alimentos hasta obtener una masa homogénea y bien integrada.
- Incorporamos para finalizar la nata montada y mezclamos.
- Aunque podéis decorar el bizcocho solo por encima, os aconsejamos que partáis el bizcocho por la mitad (incluso en varias capas) y vayáis untando cada capa con la mezcla de queso para que quede muy cremoso y jugoso.
Otros postres riquísimos con verduras: palabra del chef
Marc Segarra, chef del restaurante Refectorio de Abadía Retuerta LeDomaine de Valladolid (con una Estrella Michelin y dos Soles Repsol) da un paso más allá de las hortalizas más conocidas en repostería, y nos lleva a un nivel superior. "Para mí, los postres que incorporan verduras son verdaderamente distintivos y sorprendentes. En España aún cuesta mucho que los comensales asocien las verduras al postre, cuando resulta que muchas de ellas poseen un dulzor natural que puede ser aprovechado de manera brillante en la creación. de postres".
En el menú degustación de su restaurante con Estrella Michelin, el chef siempre incluye postres con verduras, que van variando según la temporada. En sus elaboraciones, Marc Segarra ha experimentado ya con hortalizas como pueden ser la calabaza, la piparra o la remolacha. Su postre más top es el 'Helado de espárrago blanco de Tudela del Duero con miel y polen'.
Para elaborar este postre tan original y sorprendente, Segarra cuenta a este diario sus secretos de cocina. "La preparación comienza dorando los tallos del espárrago blanco de Tudela con un poco de mantequilla. A continuación, se infusionan en leche, permitiendo que ésta absorba todo su sabor. Posteriormente, se añaden diferentes tipos de azúcares antes de llevar la mezcla a la mantecadora, logrando así una textura extremadamente cremosa. Para realizar esta combinación, se incorpora un toque de sal".
Se trata de una preparación verdaderamente singular en la que convergen los sabores amargos, dulces y salados, y que se acompaña de miel y polen de producción propia. Una delicia para los paladares más exigentes, sin duda.
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