El verano es la mejor época para sacarle todo el partido a una fruta (sí, el tomate es una fruta) que ocupa uno de los primeros puestos en cuanto a consumo en todo el mundo. Por lo que respecta a España, el mejor es el tomate de Aretxabaleta, y las variedades más consumidas en los hogares son: de pera, canarios, tomates cherry, los raf , kumato y los rosa. Pero ésta es solo una diminuta muestra de los miles de variedades que existen o han existido.
Aparte de sus cualidades gastronómicas y su imprescindible protagonismo en ensaladas, gazpachos y salsas, los tomates cumplen un montón de funciones de las que, en muchos casos, no sabíamos su importancia.
Originaria del continente americano, esta fruta de color rojo (que en España se creyó tóxica nada más llegar de las Américas por su intenso color) se comenzó a cultivar para su consumo en el siglo XVIII. La doctora Elena Soria, nutricionista de Clínica Menorca, nos habla de que "en el mundo se han desarrollado hasta 20.000 variedades de tomates, todos ellos repletos de cualidades nutricionales pero también de beneficios saludables increíbles". Además, la experta explica al diario 20minutos los superpoderes de esta fruta imprescindible de nuestra gastronomía.
1. El licopeno del tomate
Existen numerosos estudios de investigación que demuestran que el consumo de licopeno (el antioxidante que da color rojo a los tomates, que es un caroteno) reduce los niveles de colesterol de baja densidad o LDL (conocido como colesterol 'malo').
El LDL-colesterol se adhiere a los vasos sanguíneos produciendo una lesión denominada placas de ateroma. La existencia de estas placas determina el inicio de ciertas enfermedades cardiovasculares. El licopeno, en la medida que participa en la prevención de la creación de dichas placas, previene la enfermedad cardiovascular.
2. En zumo, el tomate mejora el aspecto de la piel
El zumo de tomate contiene un alto porcentaje de nutrientes, todos ellos beneficiosos para la piel. Estos incluyen la vitamina A, la vitamina C, el licopeno y las proteínas. El licopeno es un carotenoide antioxidante que contrarresta la acción de los radicales libres en el cuerpo.
Lo que hace que el tomate sea un regalo especial para la piel y la salud, es su alto contenido de antioxidantes. Transforma la piel opaca y le da un aspecto juvenil. Es ideal para la limpieza de los poros de la piel. Regula su pH y cura las irritaciones. Sirve como un astringente natural y contrae los poros, propensos a la acumulación de suciedad cuando están demasiado abiertos. Es también un remedio maravilloso para deshacerse de las espinillas y los puntos negros.
3. El tomate alivia las molestias menstruales
Todo lo que sea una dieta desintoxicante antes de la menstruación, y durante la ovulación, va a contribuir a aliviar las molestias típicas. En este caso, el tomate colabora con su excelente función depurativa.
Por su alto contenido en potasio y escaso en sodio, es considerado un alimento con efecto diurético y beneficioso para la eliminación de toxinas. También por su contenido en vitamina K, que regula el exceso de flujo menstrual.
4. El tomate regula la función intestinal
Su alto contenido en fibra y otras sustancias convierte al tomate en un suave laxante, ayudando a regular la función intestinal y a reducir el riesgo de enfermedades gastrointestinales.
5. ¿Sabías que evita las cefaleas?
Por su alto contenido en vitamina C, con propiedades analgésicas de protaglandinas que son las responsables del dolor, los tomates pueden considerarse un buen aliado anti-cefaleas. Incluirlo en la dieta diaria, por ejemplo en las tostadas del desayuno, es una opción muy saludable a tener en cuenta como medida preventiva para quienes padecen dolores de cabeza recurrentes.
6. El tomate previene la degeneración macular
A ningún alimento con sus macronutrientes y micronutrientes por sí solos, puede atribuirse beneficios curativos o preventivos al 100%. Dicho esto, la vitamina A es fundamental puesto que previene la degeneración macular y la ceguera nocturna.
La fruta de la que estamos hablando contiene vitamina A, aunque esto no significa que el tomate por sí sólo prevenga dichas enfermedades o nos asegure una buena visión. Sin embargo, debemos tener en cuenta que sí contribuye a ello, por lo que no debe faltar en la dieta.
7. Neutraliza los radicales libres
Los antioxidantes (el tomate tiene entre otros antioxidantes el licopeno, vitamina C, vitamina E) actúan neutralizando los radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables que dañan nuestras células, y que se originan en nuestro organismo en los procesos metabólicos, en el estrés, la contaminación, una mala alimentación, y en el proceso de protección de nuestro organismo frente a patógenos (virus, bacterias patógenas).
Si los radicales libres no son neutralizados, producirán daño en nuestro organismo en forma de inflamaciones, múltiples tipos de cáncer... En la medida que el tomate contiene antioxidantes, contribuye a evitar dichas afecciones. Se conoce la existencia de componentes dietéticos asociados a la prevención del cáncer, que son los denominados inmunopotenciadores. Entre ellos están la vitamina C, la vitamina A, los B-carotenoides y selenio. Todos ellos se encuentran en el tomate.
En general, los fitonutrientes, que son los nutrientes del mundo vegetal, son protectores de la salud y previenen el cáncer.
8. El tomate nos ayuda en las dietas hipocalóricas
El tomate (que debe consumirse siempre con la piel) tiene muy poca grasa, por lo que es buena idea incluirlo si estamos inmersos en una dieta baja en calorías. Sólo aporta 23 gramos de grasa por cada 100 gramos de producto. Y aún vamos más allá: esta fruta hace gala de un gran poder diurético y es desintoxicante.
En este apartado de 'ayuda' para adelgazar, el tomate es saciante, gracias a que contiene agua y fibra en cantidades suficientes para ello. Además, no contiene colesterol, grasas saturadas ni sodio, y sí vitamina C y licopeno, que contribuyen al correcto funcionamiento del metabolismo lipídico. Esa característica ayuda a que se quemen las grasas y se transformen en energía, evitando su acumulación. Para rematar, las propiedades del tomate hacen que mejore el tránsito intestinal y el proceso digestivo.
¿Cuántos tomates puedo comer al día?
Según explica la doctora Soria a este diario, "no deberíamos tomar más de 2 o 3 piezas de tamaño normal (220 g) de fruta al día. Recordemos que el tomate se considera como una fruta más".
Por otra parte, debemos saber que los tomates ácidos, si se consumen en exceso, aumentan la cantidad de ácido en el estómago pudiendo causar problemas digestivos. También puede causar sensación de ardor en la vejiga.
Y un consejo más de la experta de Clínica Menorca: "el tomate contiene histamina, que puede provocar dolor e inflamación de las articulaciones. Consumir tomates en exceso podría aumentar la posibilidad de sufrir artritis y dolor muscular".
El tomate: un placer gastronómico versátil y sabroso
Los tomates combinan muy bien con las berenjenas, el ajo, la cebolla, las aceitunas o el apio. El intestino absorbe mejor este nutriente cuando se combina con una fuente de grasa saludable como el aguacate. Además, con esta combinación obtenemos los máximos beneficios de los antioxidantes. Por otra parte, los carotenoides de los tomates ayudan a aumentar los componentes bioactivos en el brócoli, multiplicándose los beneficios de ambos. Al incorporar el tomate a nuestros menús sumamos sabor, vitaminas y minerales, sin añadir nada de grasa.
Y precisamente para reivindicar la versatilidad del tomate en la cocina, el chef y propietario del restaurante abulense Barro, Carlos Casillas, nos propone su 'Sorbete de huerta', un plato refrescante con base de tomate de temporada. "Nuestra versión del sorbete se aleja de los tradicionales, muy empalagosos. Con nuestro sorbete buscamos unos minutos de placer a partir del tomate penumbra, procedente de Hortícola Cebreros, potenciando su acidez, y calabacín de la Huerta de María, en el pueblo de Cortos", explica el chef.
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