La decimosexta etapa de la Vuelta ciclista a España 2008 ha generado polémica en el pelotón, después de que se llegara con una hora de retraso, frente al horario previsto.

Se rumoreaba que los corredores querían protestar por la dureza de la etapa de hoy, así como el perfil de la Vuelta en general. Al término de la etapa, los propios protagonistas reflejaron sus opiniones de diferente forma.

Así, el Director de la Vuelta, Víctor Cordero, defendía a los corredores asegurando que la jornada ha servido para relajar el ritmo, al margen de polémicas. "Es una tontería que se diga que el ritmo de carrera se deba a un plante. Simplemente se lo han tomado con tranquilidad, ya que al principio había un puerto de primera. No ha habido ningún tipo de protesta, hay algunos días que son así", aseguró.

Por otro lado, el ciclista del Lampre, José Manuel Gárate, también hizo mención al puerto de Primera, manifestando su dureza. "Hay días que vamos a cincuenta por hora y nadie dice nada, y hoy la gente necesitaba recuperar fuerzas. Somos de carne y hueso. Al principio había un puerto de primera y a fuerte ritmo nos hubiera machacado. No hubo ningún acuerdo en el pelotón. El ritmo de la etapa no ha tenido que ver con el final de etapa de Ponferrada, con el Alto del Lombillo, aunque la verdad es que no contábamos con él, nos pilló de sorpresa.

También, el propio Carlos Sastre quiso destacar la necesidad de tomarse una de las etapas de la Vuelta con tranquilidad. "La jornada de hoy no ha dado para mucho. Ha sido un día más o menos tranquilo. Han sido más de cinco horas encima de la bicicleta. Un día largo. Pero creo que después de las tres jornadas de montaña y tras una Vuelta a España vertiginosa, todo el mundo necesitaba de un día de relax, y hoy ha sido propicio, con esa subida de primera categoría en la que nadie tenía muchas ganas de atacar.