Alexandre Vinokurov se mostró pletórico al término de la 13ª etapa, en la que se impuso con una lección magistral a todos sus rivales en la cronoescalada de Albi. "Todavía estoy lejos del maillot amarillo, pero lo importante para mi era demostrarme a mi mismo y a todos los que me habían borrado de la general que no estoy terminado, que tienen que contar conmigo para lo que queda de Tour", aseguró el de Astana.

El kazako ha confesado que la semana pasada empezó a sentirse mejor y que aguardaba ansioso la llegada de la crono. "Antes de empezar mi plan era ganar el Tour en la contrarreloj y aguantar en la montaña. La caída nos ha hecho cambiar un poco los planes, porque perdí mucho tiempo en los Alpes. Pero ahora vamos a atacar", dijo.

Vinokurov valora de forma positiva la distancia que le separa con Rasmussen, después de todo lo sufrido, y se mostró sorprendido por el rendimiento del danés. "Me ha sorprendido Rasmussen, pensé que le sacaría más tiempo. Sé que sube bien, pero el Tour es largo y todo el mundo puede tener un mal día en esta carrera. Lo que sé es que no se ha terminado el Tour y que nosotros vamos a atacar", aseguró.

El kazako reclamó el puesto de líder del Astana, pese a que su compañero de equipo, el alemán Andreas Kloden, es cuarto de la general. "El equipo siempre ha creído en mi. Incluso cuando perdía tiempo en los Alpes, Kloden decía que la carrera no había terminado y que yo seguía siendo el capitán. He demostrado que estoy de vuelta y que el Tour empieza ahora para mi", afirmó.