La 13ª etapa iluminó la ronda gala como antaño, como en las grandes tardes de ciclismo. En aquellas, todos los rivales seguían con opciones de hacer algo grande en la carrera y de mantenerse con aspiraciones por una posición en el podio del Tour.

Eso debió de sentir Vinokourov minutos antes de tomar la salida, porque el kazajo barrió a todos sus adversarios, demostrando que aún le quedan fuerzas para seguir sufriendo hasta el último día.

Con un tiempo de 1:06.34, el ciclista del Astana truncó la tarde a más de uno, entre ellos, a Alejandro Valverde. El murciano puede sentir que parte de su triunfo pasaba por no perder demasiado tiempo en esta etapa y pasó todo lo contrario. Nunca estuvo ´enchufado´ y desde su comienzo cedió tiempo y espacio frente a Rasmussen, que le dobló antes de cruzar la línea de meta hundiendo al del Caisse d´Epargne.

Todo empezó con Wiggins

El primero en destacar, hasta la llegada de Vinokourov, fue el británico Bradley Wiggins, el campeón del mundo y olímpico de persecución, que paró el cronómetro en 1h.08:48. Y es que la etapa de hoy no dejó perplejo a nadie y volvió a demostrar que este Tour es una guerra cada día, al comprobar que Valverde se despide casi con seguridad de la pelea por el triunfo (5:38) y que ´Vino´ coge oxígeno con su grandísima contrarreloj situándose a 5:10 de Rassmusen.

Ni heridas ni lesiones, el kazajo asestó un mazazo para intentar asustar a Rasmussen, que no se amilanó en la crono y mantuvo el maillot de líder.

Evans, el gran tapado de esta edición, se mete en la pomada tras acabar segundo y presionar al danés, a apenas 1 minutos de diferencia en la general.

Contador, el mejor español, acabó séptimo la crono y se pone tercero en la general a 2:31, suspirando por repetir más tardes de gloria en la próximas etapas.

El suizo Cancellara, sin embargo, fue la gran decepción, porque por culpa de una caída llegó a más de 6 minutos del corredor del Cofidis.

La 14ª etapa se disputará entre Mazamet - Plateau de Beille, con 197 kilómetros y llegada en alto, momento para comprobar si Valverde puede reaccionar de la forma que lo ha hecho Vinokourov y añadir más emoción, si cabe, a esta edición de Tour de Francia.