Karim Benzema salvó al Real Madrid frente al Huesca, el colista de Primera. El sufrimiento del equipo merengue ante uno teóricamente inferior es todo un síntoma del estado de ánimo que tiene el conjunto blanco, que afronta lo que queda de temporada sin nada en juego.

De lo poco que mantiene al Santiago Bernabéu animado es la actitud de Benzema. Tras cuajar un partido muy activo, pero en el que también tuvo un par de fallos, acabó convirtiéndose en el héroe blanco con un tanto de gran factura.

Comenzó la jugada dándole el balón a Bale (muy discutido, cada vez más), este centró al área con el exterior, el balón rebotó en un Ramos que es derribado, Marcelo salió al corte, le dio la pelota a Benzema y este, con un preciso recorte, mandó la pelota al segundo palo, justo donde Santamaría no llagaba.

El vigesimotercer gol de la temporada para un Benzema que sigue en estado de gracia, y que salvó al Madrid de un bochorno que habría puesto muy en entredicho al equipo.