El Valencia ha derrotado al Manchester United en Mestalla (2-1), y ha endulzado ligeramente el amargo regusto que había dejado la eliminación de la Liga de Campeones en la penúltima jornada de la fase de grupos.

El primer tiempo fue de claro dominio del Valencia. Por un lado, gracias a que el repliegue de Marcelino espesó mucho el ataque de un Manchester United que no cuenta con jugadores excesivamente creativos en su última línea –al margen de Mata la alineación de Mourinho se quedó bastante corta en este sentido-, y ese buen orden defensivo del equipo español fue decisivo.

Por un lado esa buena organización, y por otro el gran partido de Carlos Soler, explicaron el control ché durante los primeros 45 minutos, que se tradujo en el 1-0, obra precisamente del canterano, que en el minuto 17 recogió un balón suelto en el corazón del área para adelantar a su equipo.

La segunda parte no pudo empezar mejor para el Valencia, y en los primeros minutos logró poner el 2-0. Fue una recepción interior de Carlos Soler, que puso una gran pelota al espacio sobre la carrera de Batshuayi, lo que llevó a Phil Jones a precipitarse, cediendo a un Romero fuera de portería, y anotando en propia puerta.

El partido bajó mucho el ritmo en su tramo final de encuentro, aunque Marcus Rashford, que fue suplente, le metió algo de interés a los últimos minutos, después de batir a Jaume Doménech con un buen cabezazo, para poner el 2-1 definitivo.