El Valencia se clasificó para los octavos de la Europa League, después de una trabajadísima remontada ante el Brujas, que no terminó de concretarse hasta la primera parte de la prórroga. Los hombres de Unai Emery se lo curraron de lo lindo; y Mestalla, volcado, casi lleno, disfrutó de la particular odisea de su equipo.

Se las prometía muy felices el Valencia cuando, con apenas veinte segundos transcurridos, y sin opción de comprobar la fiabilidad del cambio de sistema aplicado por Emery, Mata aprovechó un balón rechazado por la zaga belga para hacer olvidar el hiriente 1-0 de Brujas.

Pese a la contrariedad del resultado, el rival, ordenadito y junto, ni se descompuso ni planteó tantas facilidades. César tenía que aparecer de vez en cuando –Sonck o Perisic– y Stijnen se encargó de amargarle la noche a un individualista Villa –objeto de alguna acción merecedora de roja–, Mata y compañía.

El tiempo volaba, el gol de la tranquilidad no llegaba y los 90 minutos reglamentarios se esfumaron con el partido convertido en un correcalles.

Confabulado todo el equipo sobre el césped antes del arranque de la prórroga, Pablo Hernández concretó el pase a los tres minutos y lo confirmó, tras varias contras marradas, a tres del final. Mestalla, un delirio. Y ahora, el Werder Bremen alemán.

Ficha técnica:

3.- Valencia: César; Marchena, Albelda, Dealbert; Pablo Hernández, Banega, Baraja (Alexis, m.45), Miguel; Villa, Zigic (Joaquín, m.56) y Mata (Maduro, m.118).

0.- Brujas: Stijnen; Donk, Hoefkens, Alcaraz, Klukowski; Geraerts, Odjidja (Chávez, m.101), Lestienne (Dahmane, m.80); Sonck (Akpala, m.90), Perisic y Kouemaha.

Goles: 1-0, m.1: Mata; 2-0, m.96: Pablo Hernández; 3-0, m.117: Pablo Hernández.

Árbitro: Claus Bo Larsen (Dinamarca). Amonestó por parte del Valencia a Villa y Baraja, y por parte del Brujas a Kouemaha, Klukowski y Odjidja.

Incidencias: partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Liga Europa disputado en el estadio de Mestalla ante cerca de 50.000 personas. Terreno de juego en buenas condiciones.