El último adiós a Rollán

Fue incinerado ayer en Madrid. Su historia plantea ahora una duda, ¿hay salidas laborales después del deporte?.
Manuel Estiarte, el mejor waterpolista de la historia y ex compañero Rollán, asistió al entierro.
Manuel Estiarte, el mejor waterpolista de la historia y ex compañero Rollán, asistió al entierro.
Huesca/EFE
Manuel Estiarte, el mejor waterpolista de la historia y ex compañero Rollán, asistió al entierro.
La gran familia del waterpolo español dio ayer en Madrid el último adiós a Jesús Rollán, considerado el mejor portero nacional de la historia. Al sepelio asistieron, entre otros, la Infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín, amigos del madrileño, quien los presentó en Atlanta 96.

Rollán, que fue incinerado ayer en Madrid, falleció el sábado a los 37 años tras precitarse a la calle desde una terraza del balneario de La Garriga (Barcelona), donde seguía desde octubre un tratamiento médico. Su vida fue un calvario cuando se retiró, por las lesiones, tras los Juegos de Atenas 2004, lo que unido a sus problemas matrimoniales y a sus dificultades para encontrar trabajo acentuaron la situación.

Alternativas laborales

¿Hay vida para el deportista de élite fuera de su hábitat?

COE: Con la llegada a la presidencia de Alejandro Blanco, en septiembre de 2005, el COE  reactivó el programa tutorial para deportistas, del que Rollán fue beneficiario.

CSD: El Consejo Superior de Deportes tiene un acuerdo de colaboración para deportistas y ex deportistas de alto nivel con Adecco, empresa de trabajo temporal.

Pero el de Rollán no es un caso aislado. También murieron en circunstancias trágicas los ciclistas Pantani y Jiménez o el boxeador Urtain.

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